• el año pasado
Un nuevo estudio ha descubierto que la selva amazónica liberó un 20% más de carbono del que absorbió entre 2010 y 2019.
Esto se debe a la deforestación, que está provocando que los árboles, que absorben dióxido de carbono, sean reemplazados por pastos que liberan carbono.
La parte oriental de la Amazonia, que está deforestada en torno al 30%, emitió diez veces más CO2 que la región occidental.
Según los científicos, la deforestación de la selva amazónica está acelerando el cambio climático.
Esto se debe a que los árboles absorben dióxido de carbono de la atmósfera, lo que ayuda a regular el clima.
Al eliminar los árboles, estamos liberando más carbono a la atmósfera, lo que contribuye al calentamiento global.
La deforestación de la selva amazónica también está provocando cambios en las condiciones de la estación seca. Esto provoca estrés en los árboles, que producirán "aún más emisiones".
En el sureste de la Amazonia, las temperaturas han aumentado tres veces más que la media mundial durante los meses más calurosos.
También preocupa que el cambio climático esté interfiriendo en las precipitaciones. La selva depende de las lluvias para sobrevivir, y la disminución de las precipitaciones podría provocar la muerte de los árboles.

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