Desigual, despatarrada, por muchos momentos ilógica, encantadora… pero siempre efectiva en sus gags visuales, en su ritmo y en sus hilarantes resultados, esta película de Buster Keaton, es famosa a pesar de no ser una de las obras maestras del hierático comediante. Keaton, “el hombre que nunca sonreía” como la leyenda nos ha hecho creer, pero que, sin embargo, era capaz de hacernos doblar de la risa, era un hombre alegre que, sonreía con facilidad, siempre que no hubiera cámaras a su alrededor. Keaton era un poeta del movimiento, al decir de James Agee, "En cierto modo, sus imágenes son como un acto de malabarismo trascendente en el que parece que todo el universo está en un exquisito movimiento volador y el único punto de reposo es la cara sin esfuerzo y sin interés del malabarista
Category
📺
TV