La relación entre la obesidad y la demencia es un tema candente en la comunidad médica, dando lugar a lo que algunos llaman la «paradoja de la obesidad».
En algunos estudios, la obesidad parece reducir el riesgo de demencia, pero la evidencia científica más amplia muestra que aumenta el riesgo de demencia.
Las investigaciones demuestran sistemáticamente que la obesidad en la mediana edad se asocia a una mayor probabilidad de desarrollar demencia más adelante.
El daño que la obesidad inflige al cerebro provoca hipertensión, diabetes e inflamación crónica, lo que eleva el riesgo de demencia.
Aunque establecer la causalidad es difícil, los estudios sí subrayan una fuerte relación entre obesidad y demencia.
Aunque la relación puede ser compleja, la mayoría de las pruebas apuntan al importante impacto de la obesidad en la salud cognitiva.
En algunos estudios, la obesidad parece reducir el riesgo de demencia, pero la evidencia científica más amplia muestra que aumenta el riesgo de demencia.
Las investigaciones demuestran sistemáticamente que la obesidad en la mediana edad se asocia a una mayor probabilidad de desarrollar demencia más adelante.
El daño que la obesidad inflige al cerebro provoca hipertensión, diabetes e inflamación crónica, lo que eleva el riesgo de demencia.
Aunque establecer la causalidad es difícil, los estudios sí subrayan una fuerte relación entre obesidad y demencia.
Aunque la relación puede ser compleja, la mayoría de las pruebas apuntan al importante impacto de la obesidad en la salud cognitiva.
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