Un nuevo estudio sugiere que los exámenes oftalmológicos rutinarios pueden predecir el riesgo de infarto, ofreciendo una herramienta innovadora para la salud cardiovascular.
Investigadores de la Universidad de Edimburgo han presentado una técnica que analiza los patrones de los vasos sanguíneos en la retina para estimar la probabilidad de sufrir un infarto.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo, y este nuevo método permite realizar intervenciones médicas antes de que se produzca un infarto.
Los científicos señalan que la prueba puede realizarse en pacientes a partir de los 50 años.
El análisis combina los datos de la retina con la información clínica y genética del paciente, teniendo en cuenta factores como la presión arterial y los antecedentes familiares.
Además de predecir infartos, la técnica puede utilizarse para detectar otras enfermedades vasculares, como la retinopatía diabética y los accidentes cerebrovasculares.
Investigadores de la Universidad de Edimburgo han presentado una técnica que analiza los patrones de los vasos sanguíneos en la retina para estimar la probabilidad de sufrir un infarto.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo, y este nuevo método permite realizar intervenciones médicas antes de que se produzca un infarto.
Los científicos señalan que la prueba puede realizarse en pacientes a partir de los 50 años.
El análisis combina los datos de la retina con la información clínica y genética del paciente, teniendo en cuenta factores como la presión arterial y los antecedentes familiares.
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