La práctica sueca conocida como ‘döstädning’, o «limpieza antes de morir», consiste en deshacerse de las posesiones acumuladas a lo largo de la vida para evitar cargar a la familia con esta tarea tras el fallecimiento.
El concepto combina las palabras dö (muerte) y städning (limpieza) y pretende hacer la vida más fácil a los seres queridos evitando que se enfrenten a la dificultad de organizar pertenencias que no tienen valor ni necesidad.
Margareta Magnusson, autora del libro ' El arte sueco de ordenar antes de morir', explica que el ‘döstädning’ no es una tarea fácil, pero sí esencial.
A lo largo de su vida, ha tenido que lidiar con las cosas que dejaron atrás sus padres y su marido tras su muerte, lo que la motivó a adoptar esta práctica.
La idea es sencilla: deshacerse de objetos innecesarios para evitar que otras personas carguen con el peso de esas cosas.
Magnusson sugiere empezar por los objetos grandes, como muebles, y seguir con ropa, utensilios de cocina y objetos más pequeños.
Los documentos y fotos personales deben guardarse con instrucciones claras sobre cómo deshacerse de ellos sin invadir la intimidad.
También recomienda organizar las contraseñas de las cuentas digitales, así como aclarar los asuntos pendientes con amigos y familiares.
Aunque la tarea no es sencilla, Magnusson sostiene que iniciar el proceso lo antes posible es la mejor opción.
Sugiere empezar a los 65 años, pero cree que nunca es demasiado tarde para hacerlo.
Al final, el ‘döstädning’ se considera un alivio, tanto para los que lo practican como para los que se quedan, ya que garantiza que la partida sea más suave y organizada para todos.
El concepto combina las palabras dö (muerte) y städning (limpieza) y pretende hacer la vida más fácil a los seres queridos evitando que se enfrenten a la dificultad de organizar pertenencias que no tienen valor ni necesidad.
Margareta Magnusson, autora del libro ' El arte sueco de ordenar antes de morir', explica que el ‘döstädning’ no es una tarea fácil, pero sí esencial.
A lo largo de su vida, ha tenido que lidiar con las cosas que dejaron atrás sus padres y su marido tras su muerte, lo que la motivó a adoptar esta práctica.
La idea es sencilla: deshacerse de objetos innecesarios para evitar que otras personas carguen con el peso de esas cosas.
Magnusson sugiere empezar por los objetos grandes, como muebles, y seguir con ropa, utensilios de cocina y objetos más pequeños.
Los documentos y fotos personales deben guardarse con instrucciones claras sobre cómo deshacerse de ellos sin invadir la intimidad.
También recomienda organizar las contraseñas de las cuentas digitales, así como aclarar los asuntos pendientes con amigos y familiares.
Aunque la tarea no es sencilla, Magnusson sostiene que iniciar el proceso lo antes posible es la mejor opción.
Sugiere empezar a los 65 años, pero cree que nunca es demasiado tarde para hacerlo.
Al final, el ‘döstädning’ se considera un alivio, tanto para los que lo practican como para los que se quedan, ya que garantiza que la partida sea más suave y organizada para todos.
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