Dentro de la fitoterapia existen diferentes remedios naturales para poder mejorar las funciones hepáticas, como es el caso del cardo mariano, el diente de león, el rábano negro o la alcachofa salvaje. Sin embargo, la única planta realmente mágica y poderosa es Desmodium adscendens.
Esta especie crece en África, sus hojas son de color verde bien claro, es rastrera con tallos que se enrollan en las palmeras o cocoteras, con flores de color violeta claro y frutos verdes de hasta 25 centímetros de largo. También es llamado amor seco, burbur, barba de boi y pega pega.
Se utiliza desde hace siglos en Senegal, Costa de Marfil y Congo. En Ghana, por ejemplo, se usa dentro de la medicina natural como un tratamiento para el asma, la disentería, el estreñimiento y los cólicos abdominales. Fue descubierta por la medicina actual en 1960, gracias a dos doctores franceses que se encontraban haciendo trabajos sociales en la región.
Se usó en pacientes con hepatitis, los cuáles se curaron en cuestión de semanas. Los curanderos locales sabían mucho acerca de esta planta y se llevaron varias muestras para analizar en el laboratorio. Los primeros resultados indicaron que la Desmodium adscendens contaba con alcaloides, saponinas, flavonoides y antocianinas, todos componentes muy beneficiosos.
Luego se realizaron otros ensayos clínicos en Inglaterra, Canadá y Francia, que determinaron que no sólo servía para tratar las disfunciones hepáticas, sino también para protegerlo durante tratamientos invasivos o de larga duración como el caso de la quimioterapia y para pacientes alérgicos. Tiene la capacidad de normalizar los niveles de enzimas en el hígado y relajar las fibras musculares lisas. También la Desmodium adscendens ofrece sus propiedades broncodilatadoras y antihistamínicas.
Esta poderosa planta es un excelente tratamiento natural para diferente enfermedades hepáticas, tanto sean virales como por químicos o intoxicación (alcohólica o medicamentosa). Y como si todo esto fuera poco, ayuda a mantener el sistema inmune en perfectas condiciones, siendo ideal para pacientes con patologías como el VIH.
La Desmodium adscendens es muy eficaz para tratar los síntomas de la hepatitis (tez amarilla, cefalea, cansancio, pérdida de apetito), los cuáles desaparecen en pocos días. El uso tradicional de esta planta en casos de epilepsia también llama la atención de los investigadores.
Cómo consumir Desmodium adscendens.
Esta maravillosa planta se puede conseguir en ciertas casas naturistas en forma de planta seca, como extracto, tintura madre y hasta cápsulas. Para aumentar sus capacidades de regenerar el hígado, por ejemplo, se puede asociar con otras plantas como el romero o el cardo mariano.
Si bien no se han detectado casos de personas intoxicadas con la Desmodium adscendens, vale destacar que tiene efectos laxantes.
En caso de sufrir un problema hepático, se aconseja consumir entre 6 y 10 gramos diarios de la planta seca hervida en un litro de agua. Este tratamiento se ha de continuar de dos a cuatro semanas (fases agudas) o entre seis y ocho semanas (fases crónicas).
Si se ha llevado a cabo un tratamiento médico con pastillas que dañan el hígado, como por ejemplo para hongos en las uñas, es conveniente consumir una infusión de Desmodium adscendens por día antes, durante y después del tratamiento. La dosis adecuada es de 6 gramos por litro de agua.
Si se quieren aprovechar las ventajas de la planta Desmodium adscendens para revitalizar y desengrasar el hígado, como puede ser en el caso que nos hayan diagnosticado hígado graso, es necesario tomar una dosis diaria de 10 gramos entre uno y tres meses. Y en el caso de personas con alergias, (mayormente asma), la posología es de 5 gramos de la planta por día, siempre en forma de infusión.
Esta especie crece en África, sus hojas son de color verde bien claro, es rastrera con tallos que se enrollan en las palmeras o cocoteras, con flores de color violeta claro y frutos verdes de hasta 25 centímetros de largo. También es llamado amor seco, burbur, barba de boi y pega pega.
Se utiliza desde hace siglos en Senegal, Costa de Marfil y Congo. En Ghana, por ejemplo, se usa dentro de la medicina natural como un tratamiento para el asma, la disentería, el estreñimiento y los cólicos abdominales. Fue descubierta por la medicina actual en 1960, gracias a dos doctores franceses que se encontraban haciendo trabajos sociales en la región.
Se usó en pacientes con hepatitis, los cuáles se curaron en cuestión de semanas. Los curanderos locales sabían mucho acerca de esta planta y se llevaron varias muestras para analizar en el laboratorio. Los primeros resultados indicaron que la Desmodium adscendens contaba con alcaloides, saponinas, flavonoides y antocianinas, todos componentes muy beneficiosos.
Luego se realizaron otros ensayos clínicos en Inglaterra, Canadá y Francia, que determinaron que no sólo servía para tratar las disfunciones hepáticas, sino también para protegerlo durante tratamientos invasivos o de larga duración como el caso de la quimioterapia y para pacientes alérgicos. Tiene la capacidad de normalizar los niveles de enzimas en el hígado y relajar las fibras musculares lisas. También la Desmodium adscendens ofrece sus propiedades broncodilatadoras y antihistamínicas.
Esta poderosa planta es un excelente tratamiento natural para diferente enfermedades hepáticas, tanto sean virales como por químicos o intoxicación (alcohólica o medicamentosa). Y como si todo esto fuera poco, ayuda a mantener el sistema inmune en perfectas condiciones, siendo ideal para pacientes con patologías como el VIH.
La Desmodium adscendens es muy eficaz para tratar los síntomas de la hepatitis (tez amarilla, cefalea, cansancio, pérdida de apetito), los cuáles desaparecen en pocos días. El uso tradicional de esta planta en casos de epilepsia también llama la atención de los investigadores.
Cómo consumir Desmodium adscendens.
Esta maravillosa planta se puede conseguir en ciertas casas naturistas en forma de planta seca, como extracto, tintura madre y hasta cápsulas. Para aumentar sus capacidades de regenerar el hígado, por ejemplo, se puede asociar con otras plantas como el romero o el cardo mariano.
Si bien no se han detectado casos de personas intoxicadas con la Desmodium adscendens, vale destacar que tiene efectos laxantes.
En caso de sufrir un problema hepático, se aconseja consumir entre 6 y 10 gramos diarios de la planta seca hervida en un litro de agua. Este tratamiento se ha de continuar de dos a cuatro semanas (fases agudas) o entre seis y ocho semanas (fases crónicas).
Si se ha llevado a cabo un tratamiento médico con pastillas que dañan el hígado, como por ejemplo para hongos en las uñas, es conveniente consumir una infusión de Desmodium adscendens por día antes, durante y después del tratamiento. La dosis adecuada es de 6 gramos por litro de agua.
Si se quieren aprovechar las ventajas de la planta Desmodium adscendens para revitalizar y desengrasar el hígado, como puede ser en el caso que nos hayan diagnosticado hígado graso, es necesario tomar una dosis diaria de 10 gramos entre uno y tres meses. Y en el caso de personas con alergias, (mayormente asma), la posología es de 5 gramos de la planta por día, siempre en forma de infusión.
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