428 Shibuya Scramble es una visual novel, y eso ya es algo extraordinario. Se trata de un género más arraigado en el país del sol naciente, pero la verdad es que no estamos acostumbrados a que este tipo de juegos lleguen a nuestro país. El desarrollo de Spike Chunsoft no sólo es una "rara avis" en el catálogo de PS4, sino que además nos propone una historia arriesgada con mecánicas que le sacan todo el partido a este género eminentemente narrativo.
¿Cómo se juega a 428 Shibya Scramble? Las "visual novel" son un género en que la mayor parte del tiempo nos limitamos a leer, así de sencillo; los textos están acompañados por imágenes o pequeñas secuencias de vídeo (también melodías y efectos de sonido), pero lo principal sigue siendo la narración. Nuestras interacciones se limitan a resaltar algunas palabras para conseguir información adicional (como un hipervínculo en una página web) o tomar decisiones que afectarán al resto de la historia.
En el caso de Shibuya Scramble, se trata de seguir la historia desde la perspectiva de cinco personajes muy diferentes, cuyas vidas se cruzan precisamente en el famoso cruce de calles de Shibuya en Tokyo, una mañana. Es precisamente el día en que el agente Kano de la policía metropolitana tiene que acudir a la entrega de un rescate, o que Achi (un joven que pertenece a una banda) se cruza con una chica que porta un misterioso maletín... y que casualmente es hija de Osawa, un científico que ha desarrollado un retrovirus para luchar contra una enfermedad en Sudáfrica. Y bueno, también tenemos a Tama, que es una mascota gigante que se dedica a repartir productos de promoción.
La cuestión es que las cinco historias se deben jugar (o mejor dicho, leer) de manera individual en tramos de una hora, pero se entrecruzan. Cuando uno de los personajes llega a un punto de bloqueo o a uno de los finales malos (alguno de ellos puede significar la muerte), podemos volver unas páginas atrás y tomar otra decisión... o bien saltar a otro personaje y alterar la línea temporal del que se haya quedado bloqueado. Suena un poco complicado, y la verdad es que tardamos en acostumbrarnos al sistema, pero después de alterar un par de decisiones, tendremos suficiente fluidez como para movernos por la línea temporal e ir alterando las situaciones que evitan que el argumento se desenvuelva.
Los controles nos ayudan a que el paso por situaciones que ya hemos vivido resulte más ágil. En cualquier momento podemos salir a la línea del tiempo, que nos ayuda a saber en qué punto está cada personaje y cuándo tomamos las últimas decisiones, y si queremos repetir una situación podemos acelerar el texto para no tener que leerlo todo de nuevo. El resto, depende de nuestra intuición y de lo que nos atrape la historia.
Y aquí es donde 428 Shibuya Scramble destaca. Si conocéis el cine japonés más contemporáneo seguro que reconocéis el estilo narrativo. Casi sin darnos cuenta podemos pasar de
¿Cómo se juega a 428 Shibya Scramble? Las "visual novel" son un género en que la mayor parte del tiempo nos limitamos a leer, así de sencillo; los textos están acompañados por imágenes o pequeñas secuencias de vídeo (también melodías y efectos de sonido), pero lo principal sigue siendo la narración. Nuestras interacciones se limitan a resaltar algunas palabras para conseguir información adicional (como un hipervínculo en una página web) o tomar decisiones que afectarán al resto de la historia.
En el caso de Shibuya Scramble, se trata de seguir la historia desde la perspectiva de cinco personajes muy diferentes, cuyas vidas se cruzan precisamente en el famoso cruce de calles de Shibuya en Tokyo, una mañana. Es precisamente el día en que el agente Kano de la policía metropolitana tiene que acudir a la entrega de un rescate, o que Achi (un joven que pertenece a una banda) se cruza con una chica que porta un misterioso maletín... y que casualmente es hija de Osawa, un científico que ha desarrollado un retrovirus para luchar contra una enfermedad en Sudáfrica. Y bueno, también tenemos a Tama, que es una mascota gigante que se dedica a repartir productos de promoción.
La cuestión es que las cinco historias se deben jugar (o mejor dicho, leer) de manera individual en tramos de una hora, pero se entrecruzan. Cuando uno de los personajes llega a un punto de bloqueo o a uno de los finales malos (alguno de ellos puede significar la muerte), podemos volver unas páginas atrás y tomar otra decisión... o bien saltar a otro personaje y alterar la línea temporal del que se haya quedado bloqueado. Suena un poco complicado, y la verdad es que tardamos en acostumbrarnos al sistema, pero después de alterar un par de decisiones, tendremos suficiente fluidez como para movernos por la línea temporal e ir alterando las situaciones que evitan que el argumento se desenvuelva.
Los controles nos ayudan a que el paso por situaciones que ya hemos vivido resulte más ágil. En cualquier momento podemos salir a la línea del tiempo, que nos ayuda a saber en qué punto está cada personaje y cuándo tomamos las últimas decisiones, y si queremos repetir una situación podemos acelerar el texto para no tener que leerlo todo de nuevo. El resto, depende de nuestra intuición y de lo que nos atrape la historia.
Y aquí es donde 428 Shibuya Scramble destaca. Si conocéis el cine japonés más contemporáneo seguro que reconocéis el estilo narrativo. Casi sin darnos cuenta podemos pasar de
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