Cada 25 de julio se celebra el Día de Santiago y en Galicia hay una receta que acompaña esa festividad, aunque se disfrute todo el año: la tarta de Santiago. Una delicia dulce, con tradición centenaria, que se logra con almendras y sin harina. En Caracas, es posible conseguirla gracias a Carmen Caamaño, de origen gallego y con una vida labrada en este país.
Caamaño descubrió un buen camino dulce tras jubilarse de su trayectoria en la banca venezolana donde trabajó como gerente de una institución durante 23 años. Le gustaba cocinar y este postre lo conocía por tradición familiar. En su casa solía preparar la tradicional Tarta de Santiago, un postre de su Galicia natal con larga prosapia: el primer registro que la menciona data de 1577 y las primeras recetas fiables vienen de 1838.
En la familia de Caamaño esta torta la preparaba su abuela y su madre, así que los secretos
llegaron a ella por el camino cierto de su parentela. “Se elabora sin harina, solo con almendras, que se tuestan y muelen, huevos y azúcar. También lleva limón y brandy. El reto está en cómo se muelen las almendras”, cuenta Caamaño, vital y elegante. Ella la sigue haciendo por encargo aunque su ingrediente base ahora sea costoso en el país.
Hace más de 10 años llevó la tarta a un agasajo en Casa Cortés y allí la invitaron a que la elaborara para ofrecerla en ese restaurante apostado en Altamira de Caracas. Todavía mantiene esta. También la elabora para quienes se la encargan personalmente porque saben de su receta. Y aunque se diera a conocer por este postre, también prepara por encargo otros platos como la empanada gallega, el pulpo o las croquetas. Caamaño también ha ideado una torta en honor a Santiago de León de Caracas. En ese caso combina las almendras con coco.
Caamaño llegó de Galicia hace 60 años, mantiene tenaz su acento aunque echara raíces en esta tierra que hizo suya y donde tuvo su descendencia. Al verla se podría concluir que el secreto de la vitalidad es el esmero en una pasión propia. Activa también por Instagram, se precia del feedback que consigue allí donde le han llegado el comentario de quienes, luego de visitar Galicia, cuentan que no probaron una tarta como la de ella
Caamaño descubrió un buen camino dulce tras jubilarse de su trayectoria en la banca venezolana donde trabajó como gerente de una institución durante 23 años. Le gustaba cocinar y este postre lo conocía por tradición familiar. En su casa solía preparar la tradicional Tarta de Santiago, un postre de su Galicia natal con larga prosapia: el primer registro que la menciona data de 1577 y las primeras recetas fiables vienen de 1838.
En la familia de Caamaño esta torta la preparaba su abuela y su madre, así que los secretos
llegaron a ella por el camino cierto de su parentela. “Se elabora sin harina, solo con almendras, que se tuestan y muelen, huevos y azúcar. También lleva limón y brandy. El reto está en cómo se muelen las almendras”, cuenta Caamaño, vital y elegante. Ella la sigue haciendo por encargo aunque su ingrediente base ahora sea costoso en el país.
Hace más de 10 años llevó la tarta a un agasajo en Casa Cortés y allí la invitaron a que la elaborara para ofrecerla en ese restaurante apostado en Altamira de Caracas. Todavía mantiene esta. También la elabora para quienes se la encargan personalmente porque saben de su receta. Y aunque se diera a conocer por este postre, también prepara por encargo otros platos como la empanada gallega, el pulpo o las croquetas. Caamaño también ha ideado una torta en honor a Santiago de León de Caracas. En ese caso combina las almendras con coco.
Caamaño llegó de Galicia hace 60 años, mantiene tenaz su acento aunque echara raíces en esta tierra que hizo suya y donde tuvo su descendencia. Al verla se podría concluir que el secreto de la vitalidad es el esmero en una pasión propia. Activa también por Instagram, se precia del feedback que consigue allí donde le han llegado el comentario de quienes, luego de visitar Galicia, cuentan que no probaron una tarta como la de ella
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