Carlos Alsina protagonizó un divertido repaso al Gobierno de Pedro Sánchez.
Durante su monólogo del 4 de mayo, el presentador de ‘Más de Uno’ retrató la falta de coherencia de Moncloa por haber vendido que la reforma del delito de malversación tenía por objetivo equiparar a España con la Unión Europea, siendo justamente Bruselas la que echó en cara al Gobierno del PSOE-Podemos su chapuza judicial.
“Una de las baratijas más conocidas que puso en circulación el departamento de persuasión y propaganda de la Moncloa fue aquella de que teníamos que homologarnos con Europa”, empezaba con fuerza Alsina.
Por lo que recordó que: “En los tiempos en los que Sánchez, contraviniendo sus compromisos anteriores, decidió que derogar el delito de sedición era lo más avanzado, lo más progresista y lo más moderno que podía hacer un presidente de gobierno en España. La sedición, ya ves tú, esa antigualla”.
Y añadió: “Luego siguieron con la chatarra argumental cuando añadieron a la lista de reformas legales imprescindibles y por su indudable carácter progresista el abaratamiento de la corrupción. También en esto nos habíamos quedado antiguos”.
Incluso, el presentador de Onda Cero reconoció que “no entendíamos que el mundo había cambiado el paso y lo suyo era distinguir al corrupto que se embolsa el dinero de los contribuyentes al corrupto que utiliza el dinero de los contribuyentes para intentar hurtales, además del dinero, sus derechos políticos más básicos. Teníamos que armonizarnos, oiga”.
Una reflexión que aprovechó para sacudir a los ‘expertos’ cercanos a Sánchez: “Algún portavoz desahogado, más papista que el papa, llegó a hablar del Código Penal Europeo, un conjunto de delitos y penas de ámbito comunitario que sólo existía en su deteriorada cabeza”.
Durante su monólogo del 4 de mayo, el presentador de ‘Más de Uno’ retrató la falta de coherencia de Moncloa por haber vendido que la reforma del delito de malversación tenía por objetivo equiparar a España con la Unión Europea, siendo justamente Bruselas la que echó en cara al Gobierno del PSOE-Podemos su chapuza judicial.
“Una de las baratijas más conocidas que puso en circulación el departamento de persuasión y propaganda de la Moncloa fue aquella de que teníamos que homologarnos con Europa”, empezaba con fuerza Alsina.
Por lo que recordó que: “En los tiempos en los que Sánchez, contraviniendo sus compromisos anteriores, decidió que derogar el delito de sedición era lo más avanzado, lo más progresista y lo más moderno que podía hacer un presidente de gobierno en España. La sedición, ya ves tú, esa antigualla”.
Y añadió: “Luego siguieron con la chatarra argumental cuando añadieron a la lista de reformas legales imprescindibles y por su indudable carácter progresista el abaratamiento de la corrupción. También en esto nos habíamos quedado antiguos”.
Incluso, el presentador de Onda Cero reconoció que “no entendíamos que el mundo había cambiado el paso y lo suyo era distinguir al corrupto que se embolsa el dinero de los contribuyentes al corrupto que utiliza el dinero de los contribuyentes para intentar hurtales, además del dinero, sus derechos políticos más básicos. Teníamos que armonizarnos, oiga”.
Una reflexión que aprovechó para sacudir a los ‘expertos’ cercanos a Sánchez: “Algún portavoz desahogado, más papista que el papa, llegó a hablar del Código Penal Europeo, un conjunto de delitos y penas de ámbito comunitario que sólo existía en su deteriorada cabeza”.
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