Enfado monumental.
Ana Rosa Quintana, desde su programa 'TardeAR' (Telecinco), sacudió una somanta de palos al presidente del Gobierno después del espectaculo perpetrado en la jornada del 29 de abril de 2024 con su renuncia a dimitir:
Pedro Sánchez, convertido en Luis XIV, reaparece señalando la democracia soy yo, mostremos al mundo cómo se defiende la democracia. Tras someternos a una farsa de cinco días, Sánchez ha ido a ver al rey. ¿Para qué? ¿Para decirle 'no voy a dimitir? El presidente ha anunciado un gato pardo en el que va a cambiar todo para que todo siga igual. La secuencia de los hechos ha sido pasmosa.
La periodista de Mediaset criticó ese ataque de Sánchez contra todos aquellos que no le bailan el agua:
Primero anuncia en una carta de amor que estudia marcharse por una campaña de la fachosfera que incluye a jueces, a medios y a la oposición. Cinco días después, reaparece lanzando un mensaje peronista anunciando que se queda para liderar una respuesta contra el movimiento reaccionario mundial nada menos.
Utiliza métodos trumpistas para luchar contra el trumpismo, arremetiendo contra medios, jueces y oposición. Nuestro amado líder deja claro que él seguirá al frente para regenerar una democracia asentada en el ataque, el odio, la insidia, la falsedad, los bulos, las mentiras, el fango, el sufrimiento de las personas que quiere y el acoso. Los inventores del escrache se quejan del acoso. Hace cinco días no merecía la pena quedarse; ahora se queda para salvarnos a todos.
Quintana se mofó del supuesto apoyo masivo del que presumió Pedro Sánchez:
Hoy, 29 de abril, día de San Pedro Mártir, el presidente resucita cinco días después gracias a la movilización de las calles. Una movilización que no llega a un grupete de amigos mientras que sus socios piden el control de los jueces y de los medios de comunicación.
Para la comunicadora de Telecinco, todo parece sonar más a una enajenación:
Finalmente, no era amor, era cálculo político. Sánchez ha lanzado avisos a navegantes: asumo la decisión de continuar con más fuerza que nunca si cabe. Esta decisión no supone un punto y seguido. Es un punto y aparte. ¿Qué es lo que nos espera con ese punto y aparte? Más que a regeneración suena a enajenación.
El presidente no diferencia la democracia del Gobierno. La democracia es la división de poderes, la independencia judicial y es la prensa libre. Los periodistas seguiremos contando lo que el poder no quiere que se cuente porque es nuestra obligación. No nos vamos a poner una mordaza.
Ana Rosa Quintana, desde su programa 'TardeAR' (Telecinco), sacudió una somanta de palos al presidente del Gobierno después del espectaculo perpetrado en la jornada del 29 de abril de 2024 con su renuncia a dimitir:
Pedro Sánchez, convertido en Luis XIV, reaparece señalando la democracia soy yo, mostremos al mundo cómo se defiende la democracia. Tras someternos a una farsa de cinco días, Sánchez ha ido a ver al rey. ¿Para qué? ¿Para decirle 'no voy a dimitir? El presidente ha anunciado un gato pardo en el que va a cambiar todo para que todo siga igual. La secuencia de los hechos ha sido pasmosa.
La periodista de Mediaset criticó ese ataque de Sánchez contra todos aquellos que no le bailan el agua:
Primero anuncia en una carta de amor que estudia marcharse por una campaña de la fachosfera que incluye a jueces, a medios y a la oposición. Cinco días después, reaparece lanzando un mensaje peronista anunciando que se queda para liderar una respuesta contra el movimiento reaccionario mundial nada menos.
Utiliza métodos trumpistas para luchar contra el trumpismo, arremetiendo contra medios, jueces y oposición. Nuestro amado líder deja claro que él seguirá al frente para regenerar una democracia asentada en el ataque, el odio, la insidia, la falsedad, los bulos, las mentiras, el fango, el sufrimiento de las personas que quiere y el acoso. Los inventores del escrache se quejan del acoso. Hace cinco días no merecía la pena quedarse; ahora se queda para salvarnos a todos.
Quintana se mofó del supuesto apoyo masivo del que presumió Pedro Sánchez:
Hoy, 29 de abril, día de San Pedro Mártir, el presidente resucita cinco días después gracias a la movilización de las calles. Una movilización que no llega a un grupete de amigos mientras que sus socios piden el control de los jueces y de los medios de comunicación.
Para la comunicadora de Telecinco, todo parece sonar más a una enajenación:
Finalmente, no era amor, era cálculo político. Sánchez ha lanzado avisos a navegantes: asumo la decisión de continuar con más fuerza que nunca si cabe. Esta decisión no supone un punto y seguido. Es un punto y aparte. ¿Qué es lo que nos espera con ese punto y aparte? Más que a regeneración suena a enajenación.
El presidente no diferencia la democracia del Gobierno. La democracia es la división de poderes, la independencia judicial y es la prensa libre. Los periodistas seguiremos contando lo que el poder no quiere que se cuente porque es nuestra obligación. No nos vamos a poner una mordaza.
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