En las últimas siete semanas de la campaña presidencial, los candidatos y sus aliados planean gastar más de 500 millones de dólares en anuncios de televisión y radio.
Los grupos que respaldan a Kamala Harris han destinado 332 millones de dólares, superando significativamente los 194 millones destinos por los grupos proTrump, según datos de ‘AdImpact’.
La ventaja en la recaudación de fondos obtenida por los demócratas después de que Harris sucediera a Biden ha impulsado su gasto.
Future Forward, un comité favorable a Harris, lidera el gasto con 186 millones de dólares en anuncios, mientras que la propia campaña de Harris gastará 109 millones de dólares.
Los estados más disputados, como Pensilvania y Michigan, serán los que más gasten, con importantes ventajas para los demócratas.
Sólo en Pensilvania se gastarán 133 millones de dólares en publicidad, y los demócratas llevan una ventaja de 21 millones.
Sin embargo, los grupos republicanos, financiados por donantes multimillonarios, podrían aumentar el gasto en el último minuto.
Los grupos externos tienen que hacer frente a costes publicitarios más elevados, por lo que las campañas republicanas podrían tener una mayor visibilidad en mercados como Carolina del Norte.
Los gastos totales no tienen en cuenta plataformas digitales como Meta o Google, donde los demócratas también han superado históricamente a los republicanos.
Los grupos que respaldan a Kamala Harris han destinado 332 millones de dólares, superando significativamente los 194 millones destinos por los grupos proTrump, según datos de ‘AdImpact’.
La ventaja en la recaudación de fondos obtenida por los demócratas después de que Harris sucediera a Biden ha impulsado su gasto.
Future Forward, un comité favorable a Harris, lidera el gasto con 186 millones de dólares en anuncios, mientras que la propia campaña de Harris gastará 109 millones de dólares.
Los estados más disputados, como Pensilvania y Michigan, serán los que más gasten, con importantes ventajas para los demócratas.
Sólo en Pensilvania se gastarán 133 millones de dólares en publicidad, y los demócratas llevan una ventaja de 21 millones.
Sin embargo, los grupos republicanos, financiados por donantes multimillonarios, podrían aumentar el gasto en el último minuto.
Los grupos externos tienen que hacer frente a costes publicitarios más elevados, por lo que las campañas republicanas podrían tener una mayor visibilidad en mercados como Carolina del Norte.
Los gastos totales no tienen en cuenta plataformas digitales como Meta o Google, donde los demócratas también han superado históricamente a los republicanos.
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