Alfonso Rojo: “Nunca votaré al PSOE y empiezan a darme asco quienes apoyan y justifican a Sánchez”
Creo que no es la primera vez que anuncio aquí que jamás votaré al PSOE. Y que empiezan a darme bastante asco los que lo hacen.
El motivo esencial por el que jamas daré mi apoyo a la cuadrilla del marido de Begoña no es que intenten convencer a la ciudadanía española de que España es un invento de Franco.
Ni siquiera su desquiciada política educativa, que asume la Leyenda Negra, insta a pedir perdón hasta a los carteles de la droga mexicanos y oculta desde la Batalla de Lepanto a la toma a los moros de la ciudad de Granada.
Tampoco su desastroso manejo de la economía, su proclividad a la corrupción, la afición socialista a los puticlubs, los apaños de la parentela de Sánchez o esa viciosa tendencia al nepotismo, que está quedando estos expuesta con los informes de la Guardia Civil sobre la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, más conocida como ‘Faffe’, donde mangantes exonerados de su monstruosa estafa de los EREs por el Tribunal Constitucional colocaron a 1.500 yernos, cuñadas, primos, amantes, sobrinos y allegados de cargos socialistas.
Los mensajes que afloras son de coña y van desde el de ‘hay que meter a estas dos, aunque no valen para nada’ al ‘dale un cargo a este, que es un protegido del alcalde’.
Pero no es eso lo que motiva. Lo que me conmueve, ofende y encrespa es el vomitivo conchabeo del PSOE con los terroristas, incluidos los que asesinaron no hace tanto a muchos de los suyos.
Sánchez, el del ‘nunca pactaré con Bildu’, acaba de dar vía libre -porque necesita los 6 votos de los proetarras en el Congreso de los Diputados- a la suelta completa de dos psicópatas, con media docena de asesinatos a la espalda.
Y los suyos, desde Patxi López a María Jesús San José, consejera de Justicia en ese Gobierno vasco que disfrutan al alimón PNV y PSOE, aplauden con las orejas.
A la izquierda en general -fascinada hasta la náusea por todo lo que amenace a Occidente o nuestra Civilización- y a los socialistas en particular les puede la amargura.
Porque díganme sino a que viene eso de autorizar y dar aire desde RTVE a las manifestaciones de zarrapastrosos que este fin de semana rendirán tributo a la orgía de violaciones, torturas y muerte, perpetrada el 7 de octubre de 2024 por los terroristas de Hamas contra varios kibutz israelíes y un multitudinario festival pacifista, que se celebraba a escasa distancia de la frontera con Gaza.
Los convocantes del aquelarre y los que los respaldan desde el Gobierno y los medios de comunicación de la ‘Brunete Pedrete, se justifican con disquisiciones históricas trufadas de falsedades, tratando de invertir la realidad y convertir en verdugo a los sucesores de la víctimas del Holocausto y a un pueblo que sufre cotidianamente en sus carnes el azote del terrorismo más atroz.
Hace mucho que termine la carrera de Derecho y no se apenas nada de leyes, pero me da que esto de las manifestaciones de apoyo a los matarifes es apología del terrorismo.
El motivo esencial por el que jamas daré mi apoyo a la cuadrilla del marido de Begoña no es que intenten convencer a la ciudadanía española de que España es un invento de Franco.
Ni siquiera su desquiciada política educativa, que asume la Leyenda Negra, insta a pedir perdón hasta a los carteles de la droga mexicanos y oculta desde la Batalla de Lepanto a la toma a los moros de la ciudad de Granada.
Tampoco su desastroso manejo de la economía, su proclividad a la corrupción, la afición socialista a los puticlubs, los apaños de la parentela de Sánchez o esa viciosa tendencia al nepotismo, que está quedando estos expuesta con los informes de la Guardia Civil sobre la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo, más conocida como ‘Faffe’, donde mangantes exonerados de su monstruosa estafa de los EREs por el Tribunal Constitucional colocaron a 1.500 yernos, cuñadas, primos, amantes, sobrinos y allegados de cargos socialistas.
Los mensajes que afloras son de coña y van desde el de ‘hay que meter a estas dos, aunque no valen para nada’ al ‘dale un cargo a este, que es un protegido del alcalde’.
Pero no es eso lo que motiva. Lo que me conmueve, ofende y encrespa es el vomitivo conchabeo del PSOE con los terroristas, incluidos los que asesinaron no hace tanto a muchos de los suyos.
Sánchez, el del ‘nunca pactaré con Bildu’, acaba de dar vía libre -porque necesita los 6 votos de los proetarras en el Congreso de los Diputados- a la suelta completa de dos psicópatas, con media docena de asesinatos a la espalda.
Y los suyos, desde Patxi López a María Jesús San José, consejera de Justicia en ese Gobierno vasco que disfrutan al alimón PNV y PSOE, aplauden con las orejas.
A la izquierda en general -fascinada hasta la náusea por todo lo que amenace a Occidente o nuestra Civilización- y a los socialistas en particular les puede la amargura.
Porque díganme sino a que viene eso de autorizar y dar aire desde RTVE a las manifestaciones de zarrapastrosos que este fin de semana rendirán tributo a la orgía de violaciones, torturas y muerte, perpetrada el 7 de octubre de 2024 por los terroristas de Hamas contra varios kibutz israelíes y un multitudinario festival pacifista, que se celebraba a escasa distancia de la frontera con Gaza.
Los convocantes del aquelarre y los que los respaldan desde el Gobierno y los medios de comunicación de la ‘Brunete Pedrete, se justifican con disquisiciones históricas trufadas de falsedades, tratando de invertir la realidad y convertir en verdugo a los sucesores de la víctimas del Holocausto y a un pueblo que sufre cotidianamente en sus carnes el azote del terrorismo más atroz.
Hace mucho que termine la carrera de Derecho y no se apenas nada de leyes, pero me da que esto de las manifestaciones de apoyo a los matarifes es apología del terrorismo.
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