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En el Aeropuerto Mehrabad de Teherán, una mujer le arrebató el turbante a un clérigo y lo utilizó para cubrirse el cabello, en un gesto que, según se ha señalado, surgió tras ser supuestamente acosada por no llevar hiyab, obligatorio en Irán desde la revolución islámica de 1979.
El video del incidente, que ocurrió el pasado sábado, se ha vuelto viral en redes sociales. En las imágenes difundidas, se observa a la mujer discutiendo con el clérigo antes de quitarle el turbante y cubrirse con él, mientras grita repetidamente: "¿Qué tiene de malo eso?". Además, critica a los presentes por no intervenir en su ayuda. Posteriormente, la mujer, visiblemente alterada, comienza a buscar a su esposo mientras grita su nombre, "Ramin", entre llantos.
Según un comunicado de la policía del aeropuerto, el hecho no guarda relación con el uso del hiyab. Las autoridades afirman que la mujer, quien supuestamente sufre un "trastorno mental y nervioso", inició una discusión con su esposo, que escaló hasta el intercambio de golpes, lo que habría llamado la atención de los presentes en la terminal cuatro del aeropuerto.
"En las investigaciones y declaraciones recogidas, no se identificó ningún enfrentamiento verbal entre el clérigo y la mujer", detalla el comunicado. Asimismo, aseguran que el religioso no presentó una denuncia pese a los insultos y la agresión física sufridos. Según el informe, el marido de la mujer corroboró que esta padece problemas mentales. Tras ser revisada por un médico del aeropuerto, ambos abandonaron la terminal.
Antes de estas declaraciones oficiales, el medio iraní Mashregh News, cercano a la Guardia Revolucionaria, también calificó a la mujer como una persona con "problemas mentales".
Por otro lado, activistas han denunciado otro caso relacionado con el hiyab. Una estudiante se despojó de su ropa tras ser agredida por agentes de seguridad por no llevar el velo islámico. Las autoridades negaron cualquier vínculo con el uso del hiyab y atribuyeron el comportamiento de la mujer a problemas mentales.
Desde 1979, el régimen iraní impone un estricto código de vestimenta a las mujeres, exigiendo el uso obligatorio del velo islámico en público. No obstante, las protestas iniciadas en septiembre de 2022 tras la muerte bajo custodia de Mahsa Amini —arrestada por no llevar el velo correctamente— han impulsado un movimiento de desobediencia civil en el que muchas mujeres han dejado de usar el hiyab, desafiando las medidas represivas del gobierno.

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