• hace 4 días
Como suele pasarnos cada vez que hablamos con Elena Ibáñez, CEO de la plataforma de orientación vocacional Singularity Experts, con motivo de un nuevo episodio de Orientación para el siglo XXI, acabamos tratando temas que van mucho más allá del ámbito de la orientación, ya sea a jóvenes o a adultos.

Pero vayamos por partes. Porque Ibáñez nos sorprende desde el principio con una afirmación tajante: «De tecnología no se habla nada en orientación vocacional». ¿Cómo es esto posible, en un mundo dominado por smartphones, tablets, pantallas, plataformas, páginas web, redes sociales, chatbots e inteligencia artificial? Tan importante es que la especialista pone el foco en «educar a los chicos en que van a vivir y trabajar en un mundo con la tecnología como protagonista».

Así lo intentan hacer, señala, en su compañía, donde hacen un cuestionario a los chicos en el que incluyen computación cuántica, cloud, robótica, ingeniería genética, bioelectrónica o impresión 3D.

Ibáñez destaca lo bonito que es ver cómo estos adolescentes van «entendiendo mejor el mundo en el que van a tener que tomar decisiones». «Empiezan a entender cómo estas tecnologías están impactando en el sector que les gusta, y a abrir la mirada hacia profesiones que dentro del ámbito que les gusta tienen muchísimo más futuro», expresa.

Manejar las herramientas tecnológicas no es una opción. «Te dediques a lo que te dediques… hasta un filósofo tiene que entender la tecnología», avisa Ibáñez. En todas las profesiones, insiste, es fundamental. Y pone como ejemplo el sector deportivo. «El big data para temas de performance de jugadores, rendimiento; inteligencia artificial y robótica para temas de arbitraje…», cita.

Sin embargo, aunque todos pensemos que los jóvenes están más que acostumbrados a las nuevas tecnologías… Ibáñez lo niega. «El niño viene de la mano con el TikTok, pero la tecnología no es el smartphone, va mucho más allá», aclara, mostrando su preocupación por «las oportunidades que se pierden» o se les deja de ofrecer a estos chicos «porque no saben o no conocen» las herramientas que existen. Y llama la atención a aquellos adolescentes que piensan que, si no están interesados en carreras de Ciencias puras, no tienen que preocuparse. «En esas profesiones que tienen más que ver con el campo de las Humanidades es cuando más diferenciador puede ser el entendimiento de la tecnología, y más importante para sobrevivir en el campo profesional», asegura.

Para ellos, LinkedIn puede ser una de esas herramientas a tener en cuenta. En este caso, la especialista aconseja "educarles en lo digital y en lo tecnológico". "Enseñarles a tener una buena identidad digital es muy importante, algo de lo que se pueden beneficiar. Pueden empezar a entrar en contacto con comunidades que les interesen", valora. Desde luego, Ibáñez lo tiene claro: "prefiero que un chico esté una hora en LinkedIn que viendo tonterías en redes sociales".

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