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00:00A veces cuando usamos la lengua jugamos con la lengua, le ha gustado históricamente jugar
00:10con el fuego. La palabra de hoy incendio nos llegó casi pura del latín incendium, porque
00:15incendere en la antigua Roma era prender fuego, de ahí nuestro verbo en la antigua Roma era
00:20prender fuego, de ahí nuestro verbo encender. Pero el incendio no nombra cualquier fuego,
00:25sino el que es grande y destructivo, como el que estamos hablando hoy. El fuego nos
00:29llegó también del focus latino, que no era propiamente fuego, era ignis, y de ahí nuestras
00:35palabras ignición, ignífero, que desprende fuego, o ignífugo, que lo puede repeler.
00:40Con estos mimbres, claro, etimológicamente repeler. Con estos mimbres, claro, etimológicamente
00:46encendedor, podría ser quien prende fuego. Pero nuestra lengua ha decidido que sea no
00:52quién, sino lo que prende fuego, eso es un encendedor, porque para la... o por patología
00:58psíquica tenemos incendiario y pirómano, un término que importamos en este caso del griego,
01:04y que nos ha servido para nombrar también el fuego más moderno, la pirotecnia. Incendio,
01:09aparte del fuego, nombra también metafóricamente cualquier pasión vehemente e impetuosa,
01:15nos dice el diccionario. El diccionario, ya sea el amor, la ira, el odio, y por eso hoy hablamos
01:21de artículos, de libros, o de discursos incendiarios, y decimos metafóricamente que
01:27un comentario o una declaración, pues han incendiado las redes crítico, por ejemplo,
01:32el incendio que hoy nos ocupa, lo reúno todo, porque incendia el debate público,
01:36buscando responsabilidades y causas, y ha arrasado multitud de viviendas, también al fuego,
01:42al lado bueno del fuego, el que da calor y convierte cuatro paredes, sean de madera o de
01:48cemento, en un hogar.

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