• hace 5 años
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Él es Lenny, y se siente realmente ofendido. Podrías reírte cuando escuches su historia, o podrías sentirte confundido, ¡quién sabe! La cosa es que su madre le ocultó su verdad durante mucho tiempo, y fue muy molesto para él cuando se dio cuenta de por qué ella lo hizo.

La historia de Lenny comienza como lo hacen millones de otros relatos de adolescentes en todo el mundo: una familia feliz, todo va bien, hasta que un día... "Hijo, tenemos que decirte algo: vamos a divorciarnos". Al igual que todos los demás, Lenny estaba perplejo y un poco triste, pero bueno, la vida continúa. Ya no era un niño, e incluso si es un momento desagradable en cualquier vida, tienes que vivir y dejar vivir. Sus dos padres eran personas completamente decentes, y él estaba seguro de que sabían lo que era mejor para ellos. Lenny trató de preguntarles cuál era la razón de la separación, porque todo parecía haber ido bastante bien siempre, pero no quisieron decirle. Bueno, el amor a veces se termina, solo eso.

Él se quedó con su madre, pero siempre había tenido una relación muy estrecha con su padre, por lo que pasaba la mitad de su tiempo en casa y la otra mitad con su papá, normalmente los fines de semana. Y entonces, un día notó algo extraño cuando regresó a su hogar después de una larga estadía en casa de su padre. Definitivamente había rastros que indicaban que otra persona se había quedado con su madre mientras él no había estado allí. Encontró dos copas de vino vacías en el fregadero de la cocina, una camiseta de alguien que nunca había visto antes, e incluso un cepillo de dientes nuevo en el baño. Su madre se lo llevó rápidamente, pensando que él no se había dado cuenta. Pero lo había hecho.

Lenny se sintió bastante incómodo. Ya sabes, es casi un estereotipo: normalmente, cuando dos personas se divorcian, pasan un tiempo pensando en todo y sintiéndose muy mal, o al menos eso es lo que él pensaba que hacían. Pero su madre definitivamente no quería perder su vida sintiéndose triste. Tuvo la idea de ir a ver a su padre y preguntarle si sabía algo.

Por extraño que parezca, su papa volvió a esquivar el tema. Normalmente era una persona muy directa, y era extraño verlo evitar responder. Por supuesto, eso aumentó aún más la curiosidad de Lenny. Pero no lo presionó. Su padre había tratado de no hacer un drama de su divorcio y estaba visiblemente incómodo al discutirlo. Sin embargo, Lenny comenzaba a enojarse. Tenía 15 años, casi 16, estaba cerca de ser un hombre adulto y estaba convencido de que no podía sentirse traumatizado por nada. ¿Por qué no acaban de aclarar las cosas para todos? Simplemente no se le ocurrió que podrían haber estado ocultando la verdad no para protegerlo, sino para protegerse a sí mismos.

Lenny descubrió todo casi casualmente. Entró en la sala de estar y vio a su madre junto con una mujer en el sofá, viendo la telev

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