• hace 3 años
Las malas lenguas dirán que es para mantener el cargo de su hijo en el PSOE, pero Esther Palomera ha demostrado que es capaz de vender su propia profesión a cambio de apoyar las actitudes dictatoriales del Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de extrema izquierda.

A pesar del gran repudio a la campaña impulsada por Gabriel Rufián para vetar en bloque a los medios de comunicación incómodos en el Congreso (para socialistas, comunistas, ‘herederos de ETA e independentistas), Esther Palomera ha dado un paso al frente para dar su visto bueno.

Durante su participación en ’24 Horas’ de TVE, la periodista de izquierdas se puso a favor de las peticiones de los jefes de prensa de los partidos de izquierdas y se olvidó de esos conceptos tan ‘fachas’ como la libertad de expresión o la pluralidad informativa.

Para intentar justificar la censura del PSOE y sus aliados, Palomera afirmó: “No son las preguntas, son las formas. El origen del problema está en la acreditación. Yo recuerdo que con la irrupción de los medio digitales pudieran estar acreditados. No se abrió la mano a cualquiera. Ahora cualquiera que tenga un canal de YouTube, tiene acreditación en el Congreso”.

Ante el silencio cómplice de TVE, Palomera incluso llegó a cuestionar la calidad y la rigurosidad del trabajo de otros comunicadores: “No hacemos todos el mismo periodismo. Hay cosas que yo no considero periodismo”. Una afirmación que busca una división entre ‘prensa buena’ y ‘prensa mala’ que se limita a si se está de rodillas ante el socialismo o si por el contrario se hacen preguntas incómodas a los gobernantes.

Category

🗞
Noticias

Recomendada