No están las cosas como para apardillarse o ponerse de perfil.
Bajo el epígrafe de ‘Periodismo y Libertad’ acabamos de iniciar una serie de debates, que se repetirán cada mes y donde analizaremos a fondo, descarnadamente y cara al público, la situación de la Libertad de Prensa en nuestro país.
Ayer estuvieron Eduardo Inda, Albert Castillón y Benjamín López y en jornadas próximas, vendrán Beito Rubido, Carlos Cuesta, Alvaro Nieto, Paco Rosell y todos esos profesionales que no viven amarrados al pesebre de la Moncloa.
La conclusión unánime en la sesión inaugural, titulada ‘Periodismo en los tiempos de Koldo’, es que la libertad.
de prensa nunca se había visto tan amenazada en España como ahora.
Desde el Gobierno Frankenstein, que utiliza desvergonzadamente los cientos de millones de la publicidad institucional que pagamos todos para engordar a los adictos al régimen, se amenaza, se insulta, se veta, se descalifica y se intenta amedrentar a los independientes, a quienes denunciamos sus corrupciones o simplemente disentimos.
El propio Sánchez alienta el señalamiento, cada vez que habla de ‘fachosfera’, pero son ministros como el macarra Óscar Puente o zotes como el portavoz parlamentario Patxi López quienes ejecutan cotidianamente el trabajo sucio.
El socialista Lopez, que tiene pocas luces, hasta ha presionado personalmente a la Asociación de la Prensa y con persistencia telefónica digna de mejor causa, para que nos retiren las acreditaciones y se nos impida el acceso al Congreso, al Senado y a cualquier institución pública.
Lo de Puente es de puticlub: por escrito y en su propio Twitter ha calificado de ‘contenedor de basura’ a The Objective, uno de los medios más incómodos para esta tropa porque no para de levantar exclusivas sobre su desenfrenada corrupción, e intentando hacerse el gracioso lo ha rebautizado como ‘The Ojete’.
Si lo de lo socialistas se quedara en humor de letrina, tendría un pase, pero es que han montado con la inestimable complicidad de RTVE, El País, Cadena SER, LaSexta, los tertulianos de la ‘Brunete Pedrete’, los paniaguados que van de exquisitos en El Mundo, ABC o La Razón y todos los subvencionados online, un muro de censura casi infranqueable.
A nosotros nos trae al pairo que no nos incluyan en la lista de invitados al avión oficial, pero nos afecta y gravemente, que jamás nos den la palabra en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros o que nunca te permitan preguntar cuando comparecen en rueda de prensa en el Congreso.
Y este burdo intento imponer silencio y eludir que los temas reales afloren a la luz, que iniciaron por cierto Pablo Iglesias y los chavistas de Podemos y que el PSOE y sus compinches asumen ahora entusiasmados, se aplica desde el poder de forma sistemática a la docena escasa de medios que seguimos luchando en España por la libertad.
De poco les va a servir, porque no vamos a aflojar ni a distraernos.
Vamos a martillear con la tesis de que Koldo y Aldama son simples actores de reparto en el ‘Caso PS
Bajo el epígrafe de ‘Periodismo y Libertad’ acabamos de iniciar una serie de debates, que se repetirán cada mes y donde analizaremos a fondo, descarnadamente y cara al público, la situación de la Libertad de Prensa en nuestro país.
Ayer estuvieron Eduardo Inda, Albert Castillón y Benjamín López y en jornadas próximas, vendrán Beito Rubido, Carlos Cuesta, Alvaro Nieto, Paco Rosell y todos esos profesionales que no viven amarrados al pesebre de la Moncloa.
La conclusión unánime en la sesión inaugural, titulada ‘Periodismo en los tiempos de Koldo’, es que la libertad.
de prensa nunca se había visto tan amenazada en España como ahora.
Desde el Gobierno Frankenstein, que utiliza desvergonzadamente los cientos de millones de la publicidad institucional que pagamos todos para engordar a los adictos al régimen, se amenaza, se insulta, se veta, se descalifica y se intenta amedrentar a los independientes, a quienes denunciamos sus corrupciones o simplemente disentimos.
El propio Sánchez alienta el señalamiento, cada vez que habla de ‘fachosfera’, pero son ministros como el macarra Óscar Puente o zotes como el portavoz parlamentario Patxi López quienes ejecutan cotidianamente el trabajo sucio.
El socialista Lopez, que tiene pocas luces, hasta ha presionado personalmente a la Asociación de la Prensa y con persistencia telefónica digna de mejor causa, para que nos retiren las acreditaciones y se nos impida el acceso al Congreso, al Senado y a cualquier institución pública.
Lo de Puente es de puticlub: por escrito y en su propio Twitter ha calificado de ‘contenedor de basura’ a The Objective, uno de los medios más incómodos para esta tropa porque no para de levantar exclusivas sobre su desenfrenada corrupción, e intentando hacerse el gracioso lo ha rebautizado como ‘The Ojete’.
Si lo de lo socialistas se quedara en humor de letrina, tendría un pase, pero es que han montado con la inestimable complicidad de RTVE, El País, Cadena SER, LaSexta, los tertulianos de la ‘Brunete Pedrete’, los paniaguados que van de exquisitos en El Mundo, ABC o La Razón y todos los subvencionados online, un muro de censura casi infranqueable.
A nosotros nos trae al pairo que no nos incluyan en la lista de invitados al avión oficial, pero nos afecta y gravemente, que jamás nos den la palabra en las ruedas de prensa del Consejo de Ministros o que nunca te permitan preguntar cuando comparecen en rueda de prensa en el Congreso.
Y este burdo intento imponer silencio y eludir que los temas reales afloren a la luz, que iniciaron por cierto Pablo Iglesias y los chavistas de Podemos y que el PSOE y sus compinches asumen ahora entusiasmados, se aplica desde el poder de forma sistemática a la docena escasa de medios que seguimos luchando en España por la libertad.
De poco les va a servir, porque no vamos a aflojar ni a distraernos.
Vamos a martillear con la tesis de que Koldo y Aldama son simples actores de reparto en el ‘Caso PS
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