En un centro de investigación de una isla, el capitán Wayne Adams toma la decisión de continuar con el lanzamiento de un misil después de que un extraño sonido resonante pasa por el control de lanzamiento y que puede crear posibles problemas. El potencial peligro se hace realidad cuando el cohete explota en su plataforma y mata a parte de la tripulación. Sus superiores creen que el problema fue un sabotaje provocado por el hombre; Adams sospecha lo contrario y se obsesiona por limpiar su nombre de cualquier sospecha. A pesar de ello, cuando embarca en el Seaview, se comporta como un imbécil prepotente y arbitrario mientras comienza la búsqueda del catalizador del accidente. A pesar de las falsas pistas y de las discusiones con la tripulación, Adams finalmente consigue identificar al responsable que resulta, ¡un pez!
Se trata de una manta raya monstruosamente enorme que crea intensas ondas ultrasónicas. Crane y Adams consiguen capturar una scria de la criatura que pretenden estudiar.
Ante esto, el gigante se vuelve aún más persistente para seguir y atacar al Seaview. El sistema de soporte vital del submarino queda inutilizado y Nelson se enfrenta a Adams por su irresponsabilidad, momento en el que Adams se encierra en el laboratorio y, sin que Nelson y la tripulación lo sepan, envía ultrasonidos para atraer a la criatura.
Esto provoca más ataques peligrosos mientras la tripulación trabaja en cortar el casco para llegar a él. Nelson se retira al laboratorio y elabora un arma antiultrasónica que detiene los ataques. Al final, Adams abandona el submarino para intentar matar a la criatura. Crane y Nelson van tras él y destruyen a la criatura con arpones con punta explosiva. Adams tendrá que enfrentarse a un juicio por sus precipitadas acciones.
Se trata de una manta raya monstruosamente enorme que crea intensas ondas ultrasónicas. Crane y Adams consiguen capturar una scria de la criatura que pretenden estudiar.
Ante esto, el gigante se vuelve aún más persistente para seguir y atacar al Seaview. El sistema de soporte vital del submarino queda inutilizado y Nelson se enfrenta a Adams por su irresponsabilidad, momento en el que Adams se encierra en el laboratorio y, sin que Nelson y la tripulación lo sepan, envía ultrasonidos para atraer a la criatura.
Esto provoca más ataques peligrosos mientras la tripulación trabaja en cortar el casco para llegar a él. Nelson se retira al laboratorio y elabora un arma antiultrasónica que detiene los ataques. Al final, Adams abandona el submarino para intentar matar a la criatura. Crane y Nelson van tras él y destruyen a la criatura con arpones con punta explosiva. Adams tendrá que enfrentarse a un juicio por sus precipitadas acciones.
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