• hace 7 meses
Irse a la cama después de medianoche puede parecer un hábito común, pero puede tener importantes repercusiones en su salud.
Según los expertos, la mayoría de los adultos necesita dormir entre siete y nueve horas cada noche, y la calidad es tan importante como la cantidad.
Sin embargo, un asombroso 38% de los estadounidenses afirma dormir menos de la cantidad recomendada.
Un sueño insuficiente puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cardiopatías.
Además, los malos hábitos de sueño pueden alterar el control del peso y exacerbar las ansias de comer debido a desequilibrios hormonales.
Sin embargo, la hora de acostarse no es el único factor determinante; lo más importante es la calidad y la duración del sueño.
Aunque algunos se inclinan naturalmente por acostarse tarde, es esencial dar prioridad a un sueño reparador independientemente de la hora a la que nos acostemos.
Los expertos recomiendan mantener un horario de sueño constante y optimizar el entorno de sueño para obtener los mejores resultados posibles.
En definitiva, tanto si eres noctámbulo como madrugador, dar prioridad a un sueño adecuado y de calidad es primordial para la salud y el bienestar general.

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