• hace 7 meses
Trabajar en el turno de noche puede causar estragos en la salud en solo unos días, según revela un estudio de la Universidad Estatal de Washington.
Los investigadores descubrieron que incluso los periodos cortos pueden alterar los ritmos cruciales que regulan el azúcar en sangre, el metabolismo energético y la inflamación.
La alteración de los ritmos internos induce un estrés duradero, con consecuencias para la salud a largo plazo, como la diabetes y la obesidad.
El estudio de voluntarios que simularon turnos nocturnos o diurnos durante tres días desvelaron cambios en los ritmos proteicos implicados en la regulación de la glucosa.
Los trabajadores en turno de noche mostraron una inversión casi completa de los ritmos de la glucosa y una desconexión entre la producción y la sensibilidad a la insulina.
Aunque esta respuesta puede proteger contra los daños a corto plazo de los niveles fluctuantes de glucosa, plantea riesgos para la salud a largo plazo.
La intervención precoz para reajustar los ritmos alterados puede ser prometedora para mitigar el riesgo de diabetes, obesidad y afecciones metabólicas relacionadas.

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