• hace 2 meses
Transcripción
00:00Doña Joaquina, quédate en paz, que vamos a volver enteros.
00:03Dios permita que ustedes vuelvan sanos y salvos.
00:07Él lo va a permitir, Doña Joaquina. Muy pronto estaremos de vuelta.
00:10Sí. Yo no veo la hora de volver pronto a la mina para traer más diamantes, Doña Joaquina.
00:15La mina está ya esperándolos, hijo.
00:18Usted cuide a Basilio para irme tranquila.
00:20Ven paz, hija, yo lo cuido.
00:23Y ahora su bendición.
00:25Porque hoy, hoy es el día de la cacería, Doña Joaquina.
00:28Sí, vamos a cazar a los cazadores de esclavos, los capitales malditos, Joaquina.
00:34Que Dios los ilumine. Ilumine el bosque y llene de buena suerte el camino de ustedes.
00:42Y en la hora de la lucha, fortalezca los brazos de ustedes para vencer al enemigo.
00:48Vayan en paz.
00:50Así sea.
00:53Así sea. Gracias, amén, amén.
00:56Amén, amén. Jesús vea por ustedes.
00:59Gracias, Doña Joaquina.
01:00Ve, hijo mío, ve, hijo mío. Ve, hijita, ve, hija mía. Dios los bendiga.
01:05Quede con Dios.
01:06Ay, señorito, Dios los bendiga. Ay, Dios mío. Ay, Jesús mío, ayúdalo.
01:14Disculpe, yo no quiero ser grosero, pero su marido, francamente...
01:19El señor Leóncio representa todo lo que más abominó en este mundo.
01:23¿Pero qué puedo hacer? A la propia Isaura.
01:26Yo prometí en el hecho de muerte de mi suegra que yo lucharía para liberarla.
01:32Pero el Leóncio no quiere.
01:34Una señora tan hermosa, con su energía y esplendor. Espléndida como pocas.
01:41Francamente, Doña Malvina, usted fue humillada.
01:45¿Yo?
01:47Sí, pues su marido tuvo el descaro de difamarla al desear a Isaura.
01:52Él no la desea.
01:53Perdóneme, Doña Malvina, pero todos sabemos la verdad.
01:57Leóncio desea y ama a Isaura.
01:59Por favor, señor Geraldo, por favor.
02:01Libérese de ese sufrimiento. Mándelo al diablo.
02:04Usted merece ser amada por un hombre que reconozca todo su encanto, que la valore.
02:11Un hombre que reconozca en cada gesto suyo la delicadeza de los pétalos de la más bella flor.
02:16Sí, y usted es un poeta y veloz con todos sus elogios, como el batir de las alas de un colibrí.
02:24Usted necesita de un hombre que reconozca en cada palabra que sus labios murmuren, el suave soplo de la brisa de otoño.
02:33Usted necesita de un hombre que la tome en sus brazos con el ardor de un guerrero, que se despide de su amada antes de la última batalla.
02:46Usted me sonroja con tantos galanteos.
02:49Un hombre que la bese con tal pasión, que estoy seguro la dejaría desfallecida de placer.
02:55Ríndase al éxtasis más profundo, sin aire, sin fuerzas.
03:03Muy bien, Rosa. Ahora tú vas a aprender cómo comportarte en la mesa.
03:08Por favor, apóyense a los talleres.
03:12No. Así, la impresión que se tiene es de que usted se está preparando para una guerra.
03:19No es así. Observe.
03:31Eso. Eso. Así. Así. Está bien.
03:41¿Ahora se puede comer?
03:42No, aún no. Antes, quiero que usted aprenda a usar el guardanapo.
03:49Pero, así, no empezamos a comer todavía. ¿Ya tengo que aprender a usar el guardanapo?
03:54No, Rosa. Solo para que usted aprenda a usar educadamente el guardanapo durante la comida.
04:03Sí, señor.
04:05Entonces, vamos allá.
04:08Segura el guardanapo delicadamente, así, más en las puntas de los dedos, para limpiar suavemente los labios.
04:24Cuando se toma un líquido, agua, vino, por ejemplo.
04:28Eso, perfecto. Vos me sé ya está sabiendo de algo, ¿eh? Ya sabe usar el guardanapo.
04:34Sí. Entonces, ¿se van a comer?
04:36No. Yo sí, pero Vos me sé, aún no.
04:40De aquí por delante, Rosa, Vos me sé solo podrá comer si habla bien.
04:48Entonces, vamos a comer ahora, padre.
04:52Entonces, vamos a comer ahora, padre.
04:58Así está perfecto, Rosa.
05:01Puede servirte y buen apetite, hija mía.
05:04Buen apetite.
05:06¡Ay, qué hambre!
05:08Basta, basta, basta, por favor, Rosa. Espera, oye, ¿qué es eso?
05:14¿Qué monte de comida es esa?
05:17No, una señorita no puede hacer eso, no puede, no puede servirse de ese modo.
05:21Una señorita pone solo una pequeña porción de comida en el plato y come como pajarito.
05:28Pero, ¿sabe qué, padre? Cuando tengo hambre, yo quiero comer más.
05:33Vamos a hacer así.
05:35Comemos, y después vamos a continuar.
05:39¡No!
05:41¡No tolero más!
05:43Ese, come, hace, entonces, de modo, nos vamos y continúa.
05:52Los verbos son adecuados, los verbos deben ser conjugados.
05:57Nos vamos y continuamos.
06:01Oiga, yo me iba a morir y sin saber eso. ¿Qué es verbo?
06:05Verbo, de modo general, es toda palabra.
06:08Pero, particularmente, el verbo es todo tipo de palabra que exprese una acción.
06:16Por ejemplo, cuando digo yo voy, voy es el verbo.
06:20Exactamente lo que haré después de cenar.
06:23Yo voy a salir, yo voy a respirar.
06:26Yo voy a salir a buscar personas que hablen español como debe ser hablado.
06:31Mi paciencia es muy poca para ver tu pésima educación de barraca.
06:35Porque tú no tienes más remedio.
06:38Yo saldré ahora en busca de civilización, en busca de diversión.
06:44¿Y yo voy a estar aquí sola mirando a las moscas?
06:47Si es que las moscas aceptan tu compañía.
06:57Luego regreso.
06:58Oiga, ¿va a quedarse con hambre?
07:20Doña Malvina, si supiese cómo me siento al verla.
07:24Por favor, señor Geraldo, yo le imploro, no continúe.
07:29Yo jamás oí tantos galanteos de un hombre.
07:33Jamás fui tan lisonjeada.
07:36Pero yo me siento culpable, solo de permitir que me diga esas cosas.
07:42Yo soy una mujer casada, debo respetar a mi marido.
07:45Él no merece su respeto, mucho menos su amor.
07:48No sé.
07:50Cuando, cuando oigo sus dulces palabras.
07:54Finalmente entiendo el desatino de ciertas mujeres.
07:58El arrobo con que se entregan a otros hombres.
08:02Si yo supiese que existían hombres así, fuera de las páginas de las novelas.
08:08Doña Malvina, me enamoré de usted a primera vista.
08:13No, no.
08:15No, por favor, señor Geraldo, por favor.
08:19No me haga sentir más culpable de lo que ya estoy.
08:23No debería siquiera estar dando oídos a sus galanterías.
08:28La verdad, me siento muy mal.
08:30Déjeme ayudarla.
08:31No, no.
08:32Sí, Malvina, sí.
08:35No, señor Geraldo, por favor, no.
08:37No puedo, soy una mujer casada.
08:40Está pálida.
08:42Y está temblando.
08:44Esto va, va en contra de toda mi educación.
08:46No puedo, no puedo.
08:49Cálmese, doña Malvina.
08:51Cálmese.
08:53Yo hice algunos versos, de mi labor, en homenaje a usted.
08:58¿Quiere que se los lea?
09:01¿Versos?
09:03Sí.
09:05La vida no podría ser mejor.
09:08Ahora que los patrones están viajando,
09:11¿Quién está mandando en la hacienda?
09:13Ah, ¿qué?
09:14Pues yo.
09:17Yo también estoy mandando en la hacienda.
09:20No, no.
09:21El peor, tú no estás mandando en la hacienda.
09:23Yo estoy mandando en la hacienda.
09:25No, no, no.
09:26No, no, no.
09:27No, no, no.
09:28No, no, no.
09:29No, no, no.
09:30No, no, no.
09:31No, no, no.
09:32No, no.
09:33Tú no estás mandando en la hacienda.
09:35Tú estás mandando en el jardín.
09:38Yo quisiera poder mandar en una mujer.
09:44¿Qué mujer va a querer a un monstruo feo así como usted?
09:50La mujer de quien hablo es la más linda flor de mi jardín.
09:56Es el Izaura.
09:58Sueña, colobado, sueña.
10:01Este región no se mide, ¿no creen?
10:05Vámonos de aquí.
10:06Vamos, vamos para allá.
10:14Izaura.
10:18Izaura.
10:21Izaura.
10:22Ayúdame.
10:24¿Qué sucedió aquí?
10:26La condesa.
10:27¿Dónde está Izaura?
10:30Increíble.
10:31Ella huyó de nuevo.
10:32Ustedes dos no sirven para nada.
10:34Yo no tuve la culpa.
10:35Ellos eran muchos.
10:36¿Quién?
10:37¡Habla!
10:38La condesa, el señor Miguel.
10:39El señor Álvaro y la madre de él.
10:41Izaura, el niño y...
10:43¿Quién más?
10:44¡Habla, cobarde!
10:45André.
10:46¿André?
10:48¿El prófugo estaba aquí con Izaura y ustedes lo dejaron escapar?
10:51No tuvimos la culpa.
10:52La condesa disparó.
10:53¡Bien hecho!
10:54Malo que no haya acertado al corazón de ustedes.
10:57El mundo va a estar mejor sin dos trastos tan inútiles.
11:00Pero esto es increíble.
11:03¿Una condesa disparó a estos señores?
11:06Me tienen que explicar mejor esta historia.
11:08Necesitamos ayuda.
11:10Necesitamos un médico.
11:11Vamos a la hacienda del canalla de Álvaro.
11:14Si estaba con su madre, con certeza deben haber ido para allá.
11:19Yo no tengo un mandato de juez, pero...
11:22Usted tiene una carta del ministro de justicia.
11:25Y sabe muy bien que el señor Álvaro tiene que devolver al esclavo al verdadero dueño.
11:29¡Y el dueño soy yo!
11:30¡Vamos!
11:32¿Y estos hombres?
11:33¡Que se mueran!
11:35¿No podemos dejarlos aquí?
11:37Eso sería un crimen.
11:38Soy un jefe de policía, no un bandido.
11:40¡Entonces haga como usted quiera!
11:43Llévense a estos hombres.
11:46De camino, dejamos a los dos en la puerta del médico.
11:49Para su suerte, señor Lancio, el médico vive en la propiedad al lado de la hacienda del señor Álvaro.
11:55¡Menos mal!
11:56No tengo tiempo que perder con esos cobardes.
11:59Si dependiera del señor Álvaro, Isaura jamás volvería a mis manos.
12:02¡Vamos!
12:07No podemos perder más tiempo.
12:09¿Y para dónde vamos?
12:11A cualquier lugar, condesa, lejos de aquí.
12:15Yo tengo miedo.
12:16No temas, Pedrito.
12:18Nada malo nos va a suceder.
12:20Ustedes están desorientados.
12:22No necesita usar la cabeza, nadie puede salir de aquí.
12:25¿Y quiere que nos entreguemos, mamá?
12:27Si salimos de aquí, ¿sabes que vas a ser considerado un fugitivo fuera de la ley?
12:31La condesa también, eso es lo que ustedes desean, ¿eh?
12:35Doña Perpetua tiene razón.
12:37No es justo que ustedes se arriesguen por este camino.
12:41Es mi destino, solo mío.
12:43Y mi destino también, Isaura.
12:45Los dos somos prófugos.
12:47¿La señora Perpetua tiene alguna otra sugerencia que hacer?
12:52Claro que sí, señor Miguel.
12:54Yo, la condesa y Álvaro vamos a estar aquí, conversando, tomando algo, como si nada hubiese sucedido.
13:01¿Cómo, mamá?
13:02Ahora Leoncio ya sabe que huimos con Isaura.
13:04Y que yo le disparé a esos asesinos.
13:07Reflexionen junto conmigo.
13:09¿Eso fue lo que sucedió?
13:11Pero es preciso probarlo.
13:14Sí, la señora tiene razón.
13:16Ellos solo tienen la palabra de esos dos matones canallas.
13:19Entonces nos vamos a quedar aquí.
13:21Y Pedrito, Isaura, el señor Miguel y Andrés se van a esconder en los cuartos.
13:24Pero ellos van a revisar la casa.
13:26El señor Quintana no nos haría esa ofensa.
13:29Es nuestro amigo, además él no tiene una orden del juez.
13:32Usted confía en eso, mamá.
13:34Yo no confío en el señor Quintana, mucho menos en Leoncio.
13:37Yo confío en el señor Quintana.
13:39Él puede ser un poco débil, es cierto, pero es por cobardía y no por mala índole.
13:43Nació para recibir órdenes.
13:45Un poco de energía y luego se aquieta.
13:47Tal vez, pero de cualquier manera él tiene como conseguir una orden del juez.
13:51¿A esta hora? Lo dudo.
13:53Si el maldito de Leoncio ya sabe que estoy aquí, ahí mismo se volverá loco.
13:57¿Es capaz hasta de querer invadir la casa de usted?
14:00No, amigo Andrés, en el fondo, Leoncio no pasa de ser un cobarde.
14:03No llegaría tanto.
14:05Estoy de acuerdo, señor Miguel.
14:07Leoncio es muy cruel solo con los pequeños y los indefensos.
14:11Él no va a usar enfrentar a doña Perpetua ni al señor Álvaro.
14:14¿Pero la enfrenta usted?
14:16Porque conmigo es diferente.
14:18Cuando me conoció era soltera y pobre.
14:20Quede rica y condesa por mi matrimonio.
14:23Por eso me enfrenta.
14:25No sé, aún estoy en duda.
14:27Pues no debe ser.
14:29Y ahora lo mejor que tenemos que hacer es cenar, ya que nos cenamos en casa de doña Estela
14:34y después van todos a descansar porque mañana el día va a ser muy largo.
14:39No sé si por hambre o cansancio, acojo con agrado la sugerencia de doña Perpetua.
14:45Yo también concuerdo y nos vamos a esconder antes de que ese infeliz llegue.
14:50Voy a llevarlos a sus cuartos y mando servirles allá mismo en su escondite.
14:55Ustedes por ahora me esperan para la cena.
14:58Vamos a charlar de forma muy natural, aunque vengan el jefe de policía y el señor Leoncio.
15:03Vamos, por favor.
15:05Ay, como si eso fuese posible.
15:09Entre todas las mujeres, con rostro de ángel y aroma de flor,
15:14la más bella es la suave Malvina, y es mi amor.
15:20No, no señor Geraldo, esto no es correcto.
15:23Usted no debe escribir versos a una mujer casada.
15:26Imagínese, mi marido ve eso.
15:28Es que usted me inspira.
15:30Me gustaría que mi marido me escribiese versos, no usted.
15:35En este mágico universo, con besos y versos te despertaré.
15:40Mil poemas de amor, mi amada, mi flor.
15:43Yo te escribiré.
15:45Sea de noche o de día serás tú mi poesía.
15:49Y verte feliz y contenta, con besos y versos,
15:54solo eso tengo en mente.
15:56Basta.
15:57Señor Geraldo, por favor, basta de esos versos, así me deja apenada.
16:02No merezco un beso por estos versos.
16:05No me pida lo que no le puedo dar, soy una mujer casada.
16:09Un beso en el rostro, que mal puede hacer.
16:12No tendremos otra oportunidad, aprovechemos el momento que la suerte nos dio.
16:16No puedo señor Geraldo, no puedo, soy casada.
16:20Solo en el rostro.
16:23No, ni en el rostro.
16:26Contrólese señor Geraldo, usted no tenía derecho a robarme ese beso.
16:30Doña Malvina, es como dice el viejo proverbio, ojo por ojo y diente por diente.
16:35Ya fue traicionada, es justo hacerlo también.
16:37No, no.
16:39Yo fui educada para considerar el adulterio un pecado abominable.
16:43Yo jamás haría eso.
16:45Aún sabiendo que mi marido no es un modelo de virtudes.
16:49Yo no quiero sufrir.
16:51Aún sabiendo que mi marido no es un modelo de virtudes.
16:54Yo no quiero ser como él.
16:56No me quiera forzar nuevamente, o voy a contarle todo a mi marido.
17:00Y le advierto, él es un hombre violento.
17:10Pero este hombre que hace en mi casa, es que no tuvo bastante.
17:14Yo quiero a Isaura, yo quiero a mi esclava prófuga.
17:18Usted respete mi casa.
17:21Y baje el tono de su voz.
17:24No lo autorice a entrar a mi casa.
17:27Me sorprende señor Quintana.
17:30Amigo de tanto tiempo.
17:32Permitir tanta insolencia.
17:36Perdóneme doña perfecta, pero el señor Leóncio tiene derechos sobre la esclava.
17:41Y el señor Álvaro se declaró responsable por ella, hay testimonios.
17:46Es la ley.
17:48Estoy aquí conversando con mi hijo, y con mi invitada.
17:51Usted invade mi casa y viene a hablarme de la ley.
17:54Bella ley es esa, que protege a asesinos crueles como ese canalla.
17:59Que la señora me respete.
18:02Yo soy testigo de que el señor Álvaro tomó la tutela de Isaura en aquel baile.
18:08Con la determinación de entregarla a su legítimo propietario.
18:12Yo soy el legítimo propietario, quiero a Isaura ahora.
18:15Debe estar queriendo.
18:17Señor Álvaro tiene que entregar la esclava al señor Leóncio.
18:21¿Acaso usted está viendo a Isaura aquí en mis manos, como si fuese un paquete para que le entregue a este hombre?
18:26Isaura es una esclava, y una esclava es lo mismo que un objeto.
18:31Una cosa, una pieza, es una mercancía, y ella es mía, ella me pertenece.
18:37Si Leóncio, pero yo no le puedo entregar algo que no poseo, que no tengo conmigo.
18:43Isaura debe estar escondida en el interior de la casa.
18:47Señora Doña Perpetua, ¿permite que revisemos su casa?
18:51Por supuesto que no, esto es un insulto.
18:55Perdóneme.
18:57Si usted se rehúsa, es porque están aquí en algún cuarto de la casa.
19:01Isaura está escondida aquí.
19:04¿Usted tiene una orden del juez?
19:07La Condesa Tomasia ya usó esa estratagema antes, cuando escondió a Isaura en su casa.
19:13Pero esta vez no va a funcionar.
19:16Me voy a llevar a Isaura de aquí, quieranlo ustedes o no.
19:20¿El señor quiere?
19:22¿Y quién apoya lo que usted quiere?
19:25Sin una orden del juez, nadie va a revisar mi casa.
19:29El señor Quintana, nuestro gran jefe de policía aquí presente, tiene una carta del ministro de justicia.
19:36Carta que yo entregué.
19:38¿Y dónde está la carta?
19:40Está aquí conmigo.
19:42Déjeme verla.
19:51Y durante esa conversación, él no dejó escapar nada más, porque ebrio no controla las palabras.
19:58El doctor Pablo debe andar con malas intenciones.
20:02El doctor Pablo debe estar intentando preparar alguna artimaña.
20:07En eso usted tiene razón.
20:11Gracias.
20:17En cuanto a mi hija, él dijo si pretende hacer alguna maldad con ella.
20:23Él no dijo nada sobre su hija, solo dijo que mataría al doctor Diego.
20:32Pero esta carta recomienda a usted, al excelentísimo jefe de policía.
20:36Es solamente una carta de recomendación.
20:39Y no le da derecho a alguno.
20:41A usted a revisar ni invadir nuestra casa.
20:43La ley es muy clara, señor Quintana.
20:45Usted no puede entrar y buscar a la esclava sin una orden del juez.
20:49Usted no está autorizado para eso, señor Quintana.
20:52Y mucho me decepciona.
20:55Perdóneme, doña Perpetua.
20:57No caiga en la labia de esa gente, señor Quintana.
21:00Vamos a llevarnos a Isaura de aquí a la fuerza.
21:02Haga eso, señor Quintana, y será transferido a la frontera.
21:07No se deje intimidar, señor Quintana.
21:10Ese canalla, después de agredirme, fue a casa de Isaura y la llevó con él.
21:15Tenemos a dos testigos.
21:17¿Cuáles? Dígame, Leóncio.
21:19Los cazadores de esclavos.
21:21¿Quiénes son?
21:24¿Cuáles? Dígame, Leóncio.
21:26Los cazadores de esclavos.
21:27El señor Martiño y el señor Raimundo.
21:30No se refiere a esos dos lacayos suyos que penetraron ya en mi casa sin ser invitados.
21:37Sus esbirros, sus matones que hacen todo lo que usted manda.
21:41Aún hasta matar o mentir sobre la muerte de un hombre.
21:46Es verdad.
21:47Esos dos hombres no tienen el menor carácter.
21:49Ciertamente, mi preciado señor Quintana, ha de considerar el nivel de los testigos.
21:55¿Será capaz de presentarlos al juez?
21:58¿No tiene miedo de su reputación, señor Quintana?
22:02Nuestra palabra, la mía, la de la condesa y de mi hijo, contra la palabra de dos, dos bandidos.
22:08Doña Perpetua tiene razón, señor Leóncio.
22:12El juez tiene a la familia de Doña Perpetua en la más alta consideración.
22:17Esto no se va a quedar así.
22:19El ministro va a saberlo.
22:21Yo quiero lo que es mío por derecho.
22:23¿Dónde está mi esclava prófuga?
22:25Yo no tengo la mínima idea.
22:27Salimos de casa de Doña Estela y vinimos directamente a la casa buscando un poco de paz.
22:33Aire puro.
22:35Convivencia con gente agradable y de bien, y no con un gusano escoria como el señor Leóncio.
22:41Señor Quintana, amigo de tanto tiempo, ha de confiar en mi palabra.
22:46Y Saura no está aquí en casa.
22:48¡Es mentira!
22:50Si insisten ser grosero, voy a pedirle que se retire.
22:54Pues los dos cazadores garantizan que fue la condesa Tomasia quien les disparó.
22:58Y que todos huyeron con ese señor Álvaro.
23:02Y con esta señora Doña Perpetua.
23:05¡Retírese o haré que lo echen fuera!
23:07Y usted también, señor Quintana.
23:09Y llévese a sus guardias.
23:10Ustedes no saben con quién están tratando.
23:13¡Lárguense!
23:14¡Cálmese Doña Perpetua!
23:16No vale la pena discutir con ese señor insensible y sin alma.
23:20Lo único que lo mueve es el deseo por la esclava.
23:22Y no hay quien consiga detenerlo.
23:24¡No los quiero más en mi casa!
23:27Vine por deber de oficio, Doña Perpetua.
23:30Perdóneme.
23:31¡Callen! ¡Basta de charla! ¡Yo quiero a mi esclava!
23:34¡Quiero, quiero, quiero!
23:35¿Quién se piensa que es dueño del mundo para hacer todo lo que quiera?
23:39¡Cierre su boca, maldita!
23:42¡Ahora dos hombres heridos, por su causa!
23:45¡Eso es un crimen!
23:46¡Crimen!
23:47¿Quién es usted para hablar de crimen en mi presencia, canalla?
23:51Y si esos hombres fueron heridos, ¿por qué no pensar en lo más probable?
23:55¿Qué, por ejemplo?
23:56Pues, que ellos deben haber hecho alguna cosa con Isaura,
23:59y el señor Miguel puede haber reaccionado.
24:02Y es el mismo esclavo que oí decir que estaba con ellos.
24:04¿André?
24:05A ese lo mataré personalmente cuando lo encuentre.
24:07No dudamos de eso, señor Leoncio.
24:10¿Entonces qué tenemos que ver con dos hombres heridos,
24:13si pasamos la noche entera aquí en casa y tenemos testigos honestos?
24:19En ese caso, mejor de ser responsable por la esclava.
24:23¡Cuidado!
24:24¡Alguien sujete a ese loco!
24:26¡Maldito!
24:27¡Canalla!
24:29Debería darte un tiro a media cara para que aprendieras.
24:32¡Guarde esa arma, señor Leoncio!
24:34Usted, Leoncio, es el tipo de hombre que solo es valiente con un arma en la mano.
24:40Ellos armaron toda esta historia para quedar impunes en la fuga de la esclava.
24:45Pero yo le voy a dar una lección, ladrón, queriendo robar lo mío.
24:49No haga eso, señor Leoncio.
24:51No puede ofender ni agredir al señor Álvaro de esta forma en su casa.
24:56De este modo, estaré obligado a prenderlo.
24:58¡Ese hombre está enloqueciendo!
25:00Guarde el arma ahora, señor Leoncio,
25:02o estaré obligado a llevarlo a la cárcel por desobediencia,
25:06desacato y amenaza a la vida de un hombre de bien de nuestra ciudad.
25:12Te juro que me la vas a pagar, Tomasia.
25:15Voy a destruirte, Leoncio.
25:18Que estés muy mal.
25:20Es todo lo que te deseo, Tomasia.
25:22Excelente.
25:23El mal siempre vuelve para quien lo desea o para quien lo hace.
25:27¡Cómo es atrevido y sin educación ese sujeto!
25:31¡Llega a ser espantoso!
25:34Yo no me arrepiento ni un instante de haberle dado una buena tunda.
25:39Todo ese comportamiento agresivo es desesperado, señor Álvaro, ¿no?
25:47Porque usted sabe que la situación de Isaura es bastante crítica y desesperante.
25:54Yo tengo el derecho que la ley me da de llevar a Isaura conmigo.
25:59Tendrá que hallarla primero, señor Leoncio.
26:01Pues no dude que voy a hallarla.
26:04Ella está muy cerca, lo sé.
26:06Yo no dudo que ella esté aquí ahora, oyendo nuestra conversación atrás de alguna puerta.
26:12Pero yo voy a capturarla.
26:14Y usted va a ser humillado, lastimado.
26:19Yo voy a despedazarle el alma robándole a su amante adorada.
26:26Yo voy a arrancarla de sus brazos y voy a forzarla.
26:30A ceder a mis deseos.
26:32¡Canalla! ¡Nefasto!
26:36Solo por encima de mi cadáver, Isaura será suya.
26:40Pues que así sea.
26:43Con permiso.
26:49¡Qué hombre tan insoportable!
26:52Es un hombre intolerable.
26:55Aquí entre nos, si él no tuviese esa carta del ministro,
26:59ya lo habría mandado a buscar cocos hace tiempo.
27:05Mil perdones, doña Perpetua, señora Condesa y señor Álvaro.
27:14Con permiso, pásenla muy bien.
27:16Adiós, señor Quintana.
27:25Estamos libres de ellos. Por lo menos hasta llegar a esa orden del juez.
27:29En mi opinión, Isaura, el señor Miguel, André y Pedrito tienen que huir de aquí inmediatamente.
27:55¡Miren cómo están los malditos!
27:57Podemos aprovechar que están durmiendo para desarmarlos.
28:00Tenemos que hacerlo con mucho cuidado, que no despierte nadie.
28:04Vamos yo y Mulega.
28:05No, no, no, no. Mejor vamos todos juntos.
28:08Entonces vamos, pero con cuidado.
28:10Vamos.
28:11¡A vos!
28:14¡A vos!
28:15¡A vos!
28:16¡A vos!
28:17¡A vos!
28:18¡A vos!
28:19¡A vos!
28:20¡A vos!
28:21¡A vos!
28:22¡A vos!
28:50¡Tómala! ¡Tómala!
28:52¡Tómala!
29:11Ahora ya están indefensos.
29:13Los desgraciados sí que tienen sueño.
29:15Hasta parece que vivieron toda la noche.
29:19Ahora podemos despertarlos.
29:21Entonces vamos ya.
29:23Enrique y Mulega, tomen las hojas.
29:32¡Despierten, malditos!
29:36¿Están buscando las armas?
29:37Sus armas ya las tenemos nosotros.
29:39Si intentan alguna cosa, disparo, miserables.
29:43Enrique y Mulega, aten a los hombres.
29:46Estaremos aquí vigilando.
29:51¡Vamos!
30:02Mi amado Diego,
30:04son las pequeñas tareas diarias que ocupan mi tiempo
30:07y me hacen sufrir menos por tu ausencia.
30:11Algo en mí me dice que tú estás bien.
30:14Tengo la certeza de que un hombre de corazón tan bondadoso como el tuyo
30:18deberá estar siempre bien,
30:20amparado por el amor divino,
30:22en vida o después de la muerte.
30:25Escribo esta carta para ti en mi diario
30:28y en ella confieso que tengo poca esperanza de que algún día vengas a leerla.
30:50Enrique y Mulega,
30:52¿qué pasa?
30:54¿Qué pasa?
30:55¿Qué pasa?
30:56¿Qué pasa?
30:57¿Qué pasa?
30:58¿Qué pasa?
30:59¿Qué pasa?
31:00¿Qué pasa?
31:01¿Qué pasa?
31:02¿Qué pasa?
31:03¿Qué pasa?
31:04¿Qué pasa?
31:05¿Qué pasa?
31:06¿Qué pasa?
31:07¿Qué pasa?
31:08¿Qué pasa?
31:09¿Qué pasa?
31:10¿Qué pasa?
31:11¿Qué pasa?
31:12¿Qué pasa?
31:13¿Qué pasa?
31:14¿Qué pasa?
31:15¿Qué pasa?
31:16¿Qué pasa?
31:17¿Qué pasa?
31:18¿Qué pasa?
31:19¿Qué pasa?
31:20¿Qué pasa?
31:21¿Qué pasa?
31:22¿Qué pasa?
31:23¿Y ahora?
31:37¿Qué vamos a hacer con ellos?
31:52Buena pregunta, señorito Enrique.
31:54Buena pregunta.
32:03Padre, ¿voy a aprender piano también?
32:05No.
32:07Solo si aprendes a hablar correctamente, Rosa.
32:11Hay cosas más importantes que corregir.
32:14Isaura sabe tocar piano.
32:17Pero tú no eres Isaura.
32:19Ella sí es una joven educada.
32:21Ella sí parece una señorita.
32:23Yo quería aprender las cosas, pero doña Gertrudis no me enseñaba.
32:26Ella solo quería enseñar a Isaura.
32:28Era todo para Isaura.
32:29Las ropas bonitas eran para Isaura.
32:30Las clases eran para Isaura.
32:32Todo para Isaura.
32:33Ya cállate, Rosa.
32:35No me gusta cuando usted me manda callar la boca así.
32:37Pues no dejes de reclamar un minuto.
32:39Usted despertó muy mal de carácter hoy, ¿eh?
32:41Oye, no me molestes, Rosa, porque ya estoy muy preocupado por mis otros hijos.
32:46¿Y yo no soy su hija, acaso?
32:48Tú eres mi hija por voluntad del destino, no mía.
32:53Así usted me lastima, ¿sabe?
32:56Es que tú no te estás quieta un minuto.
32:59¿No ves que estoy preocupado por Enrique, que está metido en aquella mina en busca de diamantes?
33:04Sí.
33:05Después usted dijo que iba a desheredar al señorito Enrique.
33:08Vea mi dedito.
33:10Él no vuelve más por aquí.
33:12Y Elena.
33:13Elena escondida no sé dónde, en compañía tal vez del doctorcito, no sé de quién.
33:18Malvina allá por Sao Paulo acompañando a su marido.
33:23Y esa es una preocupación constante.
33:25Maldita la hora en que permití que mi hija se casara con aquel hombre.
33:36Este té va a calmarla.
33:38Le va a hacer mucho bien.
33:42¿Cómo voy a poder mirar a los ojos de mi marido?
33:45Usted no tenía derecho de robarme ese beso.
33:49Fue solo un beso.
33:50Nada más que eso, apenas un beso.
33:53Leoncio es un bruto.
33:54Aunque solo se preocupe por él, y no de la mínima atención para mí, usted corre peligro.
34:01Yo, yo jamás podría consumar esta traición.
34:05No es correcto, Leoncio es mi marido.
34:08Yo nunca imaginé que mis labios estrecharían los labios de otro hombre,
34:12aún siendo un beso robado.
34:15Doña Malvina, no se sienta culpable.
34:18Pero estoy tomada por la culpa, señor Geraldo.
34:20¿Qué puedo hacer?
34:22¿Cómo voy a poder encarar a mi marido,
34:24sabiendo que fui besada por otro hombre, aún en contra de mi voluntad?
34:29Aunque haya sido un beso robado,
34:31tengo miedo de que Leoncio descubra todo solo de mirarme.
34:35Es como dijo Shakespeare.
34:38El espíritu que siente culpa está siempre con miedo.
34:42En cada puerta, el ladrón sospecha que está escondido el soldado.
34:46Sí, es así como me siento.
34:49Tengo miedo de que Leoncio lo descubra.
34:51Ay, yo no quiero ni pensar.
34:53Él sería capaz de cometer una locura.
34:56Él no tiene cómo saberlo, Doña Malvina, él no vio nada.
34:59Y si usted actúa naturalmente, no va a despertar ninguna sospecha en aquel infame.
35:04Es justamente porque él es un infame que tengo más miedo.
35:09Quien traiciona, desconfía más que el traicionado.
35:13Usted es una mujer formidable.
35:16Es la musa encantada de los sueños del poeta.
35:19Tiene derecho de ser feliz.
35:21Pero usted no va a encontrar la felicidad en ese matrimonio con Leoncio.
35:25Pero fue con Leoncio con quien me casé.
35:28Y le juré fidelidad a él con todo mi corazón.
35:31Yo no puedo romper mis votos.
35:34Si por causa del único beso, contra mi voluntad yo estoy así.
35:39Imagínese si lo traicionara de verdad, si yo fuese hasta el fin.
35:43No, yo no quiero ni pensar.
35:45Me estoy sintiendo una miserable.
35:47Pero yo no puedo y no voy a separarme de mi marido.
35:50Desea una oportunidad a sí misma.
35:52No, yo no quiero el estigma de una mujer separada.
35:57Podremos vivir juntos, los todos.
36:00Yo adoraría vivir a su lado.
36:02¿Pero usted está loco?
36:04No me conoce y no lo conozco.
36:07Pues parece que la conozco desde la eternidad.
36:11No señor Geraldo, por favor, respéteme.
36:13Soy una mujer casada.
36:16Voy a revelarle un secreto.
36:18Al conocerla, yo tuve la impresión de que no me importaría pasar el resto de mi vida junto a usted.
36:24¡Maldina!
36:27Leoncio.
36:30¿Ya volviste, querido?
36:33No.
36:35Quien está aquí es mi alma, que pregunta.
36:39Tampoco tienes que ser brusco.
36:41Tengo mi paciencia agotada.
36:44Voy a llevar la carta del ministro de justicia al juez.
36:48Para lograr una orden de cateo en casa del señor Álvaro.
36:52Yo tengo la certeza de que Isaura está escondida allá.
36:56Por suerte el señor Quintana no insistió en revisar nuestra casa.
37:00Pero ellos pueden volver en cualquier momento.
37:03Es mejor que nos vayamos pronto, Isaura.
37:05Yo estoy muy asustada.
37:06Calma, mi amor.
37:07Yo no voy a permitir que aquel infame se haga mal.
37:10Que Dios nos ayude y nos proteja de aquel monstruo.
37:13Tu vas a ver, Isaura.
37:14Vamos a lograr escapar del señor Leoncio.
37:17Y vamos a ser muy felices en los Estados Unidos.
37:20Vamos a empezar una vida nueva, con mucho amor y libertad.
37:23Mandé un mensaje al juez, un viejo conocido nuestro.
37:27Para que no conceda esa orden de cateo a nuestra casa.
37:31Vamos a rezar para que el juez atienda su pedido, mamá.
37:33Porque si Leoncio consigue esa orden, el jefe de policía va a poder revisar nuestra casa.
37:38Ese es el gran problema que tenemos, señor Álvaro.
37:41Porque la ley está del lado de aquel canalla.
37:44Tenemos que ver un nuevo lugar para escondernos o Leoncio va a aparecer con la tal orden del juez.
37:50Tienes razón, señor Miguel.
37:51Tenemos que actuar rápido.
37:53El señor Leoncio no va a renunciar.
37:55Y lo peor es que el barco parte mañana del puerto.
37:58¿Y si fuésemos hoy mismo para Santos?
38:01Sí, puede ser.
38:02Pero tenemos que buscar un medio seguro.
38:04No podemos dejar ninguna pista, si no Leoncio nos puede descubrir.
38:09Disculpen.
38:11Parece que el criado quiere decirme una cosa.
38:15Acaba de llegar el jefe de la policía, señor.
38:18El jefe de la policía está ahí enfrente con los guardias.
38:21Parece que vino debido a una orden del juez.
38:24¿Será que ya trajo la orden para aprendernos?
38:27Si en verdad es por eso, pues estamos perdidos.
38:31Y ahora, señor Miguel, Pedrito y André, vayan al fondo.
38:35Nosotros vamos a estar aquí, intentando distraer al jefe de policía.
38:38Vayan.
38:40Vayan, vayan rápido.
38:51¡Miserables!
38:53Me van a tener que devolver a la esclava.
38:56Bien, yo voy a la asociación abolicionista.
38:59Aún hoy, vamos a ver si logramos dar libertad a ocho esclavos.
39:05Es una pena, señor Leoncio, que Isauro aún no esté en esa lista.
39:10Liberar esclavos.
39:13Pero qué contribución más inútil a nuestro país.
39:16¿Qué contribución más inútil?
39:18¿Qué contribución más inútil a nuestro país?
39:21Yo puedo afirmar que muy pronto vamos a lograr que el emperador
39:26acabe con la esclavitud en Brasil.
39:29Son sueños, muchacho.
39:32El emperador jamás va a permitir el fin del trabajo esclavo.
39:36Y si eso sucede, las haciendas van a quebrar.
39:40Los esclavos son necesarios para nuestra economía.
39:44Está en un error.
39:45Ya está más que probado que el trabajo remunerado aumenta la producción.
39:50¡Qué tontería!
39:52No tenemos cómo pagar a los colonos.
39:55¡Admítalo! El emperador está de nuestro lado.
39:59Usted sabe muy bien que nosotros, los hacendados, aseguramos este país.
40:05Recuerde que el emperador ya está sufriendo presiones de otros países.
40:10Y muy pronto él no tendrá otra alternativa que no sea abolir la esclavitud.
40:15Pues si eso sucede, el imperio irá junto con las haciendas al lodo.
40:34Pido disculpas en especial a doña Perpetua, a quien mucho estimo.
40:39Pero una orden del ministro no puede ser ignorada.
40:42Voy a ser muy franca, señor Quintana.
40:45Quedé muy molesta con su procedimiento en este terrible episodio.
40:49Usted quedó al lado de un canalla que invadió nuestra casa.
40:53Sí, yo no podía actuar diferente.
40:56Comprendo.
40:58Pero por lo que entendí, usted no tiene la orden de cateo.
41:01No, no.
41:03En realidad vine aquí ahora solo para alertarlos como prueba de mi estima y aprecio.
41:09Vine a buscarlos porque...
41:12las noticias no son nada buenas.
41:15¿Pero qué pasa?
41:17El juez ya expidió la orden de cateo.
41:19¿Usted tiene certeza de eso?
41:21¿Pero cómo? Yo misma se lo pedí al juez.
41:24Entre su petición, doña Perpetua, y la petición del ministro de justicia,
41:29el juez optó por la segunda.
41:31Aún más ahora.
41:34Como amigo, solo tengo un consejo.
41:37Si usted está escondiendo esclavos fugitivos en su casa,
41:41la mejor opción es despacharlos muy lejos a otro lugar e inmediatamente.
41:48Quiero agradecer su prueba de amistad, señor Quintana.
41:52Pero no tenemos nada que esconder.
41:55Los señores capitanes heridos aseguran que ustedes estuvieron allá y que...
42:02fue la condesa la responsable de los tiros que los hirieron.
42:07¡Pero eso es una infamia!
42:09¡Ellos son unos mentirosos y matones de Leoncio!
42:12De cualquier modo, aconsejo prudencia.
42:15Y ahora me tengo que retirar.
42:18Pero sé que pronto seré buscado por el señor Leoncio con orden del juez
42:24para buscar la esclava aquí en su casa.
42:26Perdonenme, pero tendré que obedecer.
42:29Por eso quise alertarlos ahora.
42:33Con permiso.
42:47Estamos en un grave problema.
42:50No tanto.
42:51Estamos en un...
42:53Estamos en un grave problema.
42:56No tanto. Tengo una idea.
42:58Un modo seguro de despistar al canalla.