Jesús Marrodán, presidente de Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE), llega feliz a la Redacción de Magisterio por dos motivos. El motivo coyuntural es que acaba de ser galardonado con el Premio Magisterio 2024 a la trayectoria profesional. El segundo motivo, que ha motivado el primero (perdón por el galimatías), es que ha logrado en poco más de una década convertir a USIE en el referente de la inspección educativa.
La fórmula del crecimiento de USIE tiene tres ingredientes: trabajo, trabajo, trabajo. Jornadas profesionales, publicaciones, convocatoria de premios, formación, programas Erasmus, etc. Plato que ha sido condimentado con la pimienta de la contundencia de sus demandas y la canela de no casarse con nadie, ampliando el espectro ideológico. Aunque herederos, ya no son aquel USITE marcadamente conservador y de derechas: "Si tienes a más de la mitad de los inspectores, tienes que ser plural por narices". Plural pero contundente.
Contundente para defender que "Deberíamos tener un cuerpo de directores porque somos la excepción ibérica. Y hay que plantearse porque en algunos centros nadie quiere presentarse. La dirección escolar es otra profesión, se diga lo que se diga". Enérgico para exigir la simplificación los procedimientos administrativos: "Nuestros políticos son especialistas en meter en la escuela todos los problemas de la sociedad. Tenemos planes y protocolos para todo". Y crítico a la hora de denunciar que "el Ministerio lleva tres años incumpliendo el compromiso de crear una carrera profesional docente".
Olvidé un tercer motivo por el que Jesús Marrodán llegó feliz a la entrevista. Es amigo.
La fórmula del crecimiento de USIE tiene tres ingredientes: trabajo, trabajo, trabajo. Jornadas profesionales, publicaciones, convocatoria de premios, formación, programas Erasmus, etc. Plato que ha sido condimentado con la pimienta de la contundencia de sus demandas y la canela de no casarse con nadie, ampliando el espectro ideológico. Aunque herederos, ya no son aquel USITE marcadamente conservador y de derechas: "Si tienes a más de la mitad de los inspectores, tienes que ser plural por narices". Plural pero contundente.
Contundente para defender que "Deberíamos tener un cuerpo de directores porque somos la excepción ibérica. Y hay que plantearse porque en algunos centros nadie quiere presentarse. La dirección escolar es otra profesión, se diga lo que se diga". Enérgico para exigir la simplificación los procedimientos administrativos: "Nuestros políticos son especialistas en meter en la escuela todos los problemas de la sociedad. Tenemos planes y protocolos para todo". Y crítico a la hora de denunciar que "el Ministerio lleva tres años incumpliendo el compromiso de crear una carrera profesional docente".
Olvidé un tercer motivo por el que Jesús Marrodán llegó feliz a la entrevista. Es amigo.
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