Podemos ha puesto en la diana a Bertrand Ndongo, reportero y cronista parlamentario de Periodista Digital.
El acoso y señalamiento de la prensa crítica es una de las prácticas preferidas de los amantes de las dictaduras comunistas que quieren silenciar al disidente.
El ‘jarabe democrático’ que el pasado 27 de mayo de 2024 recibieron Irene Montero y Pablo Iglesias a las puertas del Juzgado de lo Penal, sirvió de excusa a ‘Los marqueses de Galapagar’ para victimizarse y acusar a Ndongo de “agresor”.
La inquina del partido morado hacia Periodista Digital y a su director, Alfonso Rojo, es tal que, Ione Belarra ha enviado una carta a Francina Armengol, pidiendo que la presidenta del Congreso impida el paso al reportero en la Cámara Baja.
Una noticia que han difundido a través del podemita Canal Red este 30 de mayo de 2024. Laura Arroyo, presentadora del programa ‘El tablero’ se refería incluso a Ndongo como “acosador de extrema derecha”.
La secretaria general de Podemos respondía en dicho espacio atacando al reportero de Periodista Digital y al propio medio de comunicación:
“Lo que vimos el pasado lunes es gravísimo porque, una vez más, dos víctimas […] tuvieron que sufrir un proceso de revictimización el pasado lunes cuando iban precisamente al juicio por ese mismo acoso. Esto es gravísimo, no solo por el acoso en sí, sino por el proceso de revictimización que supone para dos personas como Pablo Iglesias e Irene Montero, que ya han sufrido muchísimo y que ya llevan mucho sobre sus espaldas. En ese contexto y en ese momento en el que yo también les estaba acompañando, se produce acoso, entre otras personas, por parte de Bertrand Ndongo, que es un acosador fascista que participa en un pseudomedio de comunicación y esa persona, para que todo el mundo lo entienda, nosotras nos la encontramos por los pasillos del Congreso, porque puede deambular por cualquier lugar del Congreso, todo el tiempo. Es decir, una persona que ha agredido a mi formación política, a compañeras y compañeros, y a Isabel Serra y a mí personalmente, que estábamos allí también el pasado lunes, nos la podemos encontrar en cualquier momento aquí en el Congreso de los Diputados. Yo creo que eso es gravísimo y que hay que evitar que los panfletos de ultraderecha tengan voz en el Congreso de los Diputados y puedan volver a acosar a otras personas en cualquier momento”.
El acoso y señalamiento de la prensa crítica es una de las prácticas preferidas de los amantes de las dictaduras comunistas que quieren silenciar al disidente.
El ‘jarabe democrático’ que el pasado 27 de mayo de 2024 recibieron Irene Montero y Pablo Iglesias a las puertas del Juzgado de lo Penal, sirvió de excusa a ‘Los marqueses de Galapagar’ para victimizarse y acusar a Ndongo de “agresor”.
La inquina del partido morado hacia Periodista Digital y a su director, Alfonso Rojo, es tal que, Ione Belarra ha enviado una carta a Francina Armengol, pidiendo que la presidenta del Congreso impida el paso al reportero en la Cámara Baja.
Una noticia que han difundido a través del podemita Canal Red este 30 de mayo de 2024. Laura Arroyo, presentadora del programa ‘El tablero’ se refería incluso a Ndongo como “acosador de extrema derecha”.
La secretaria general de Podemos respondía en dicho espacio atacando al reportero de Periodista Digital y al propio medio de comunicación:
“Lo que vimos el pasado lunes es gravísimo porque, una vez más, dos víctimas […] tuvieron que sufrir un proceso de revictimización el pasado lunes cuando iban precisamente al juicio por ese mismo acoso. Esto es gravísimo, no solo por el acoso en sí, sino por el proceso de revictimización que supone para dos personas como Pablo Iglesias e Irene Montero, que ya han sufrido muchísimo y que ya llevan mucho sobre sus espaldas. En ese contexto y en ese momento en el que yo también les estaba acompañando, se produce acoso, entre otras personas, por parte de Bertrand Ndongo, que es un acosador fascista que participa en un pseudomedio de comunicación y esa persona, para que todo el mundo lo entienda, nosotras nos la encontramos por los pasillos del Congreso, porque puede deambular por cualquier lugar del Congreso, todo el tiempo. Es decir, una persona que ha agredido a mi formación política, a compañeras y compañeros, y a Isabel Serra y a mí personalmente, que estábamos allí también el pasado lunes, nos la podemos encontrar en cualquier momento aquí en el Congreso de los Diputados. Yo creo que eso es gravísimo y que hay que evitar que los panfletos de ultraderecha tengan voz en el Congreso de los Diputados y puedan volver a acosar a otras personas en cualquier momento”.
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