Alfonso Rojo: “La ignominia de Sánchez a favor de sus amigos de ETA y vagancia letal de PP y VOX”
Cierto que la infamia es obra del Gobierno Sánchez, pero que a PP y VOX les colaran en el Congreso el retoque de la ley, que permitirá al marido de Begoña rebajar 375 años de cárcel a los pocos terroristas de ETA que siguen presos, no tiene un pase.
Hay que ser muy inútiles, vagos y pardillos para fiarse del PSOE.
Y lo acongojante es que los de Feijóo y Abascal estaban avisados.
Ya en marzo de 2022, este abyecto Ejecutivo que padecemos negó tajantemente que la reforma pudiera ‘guardar relación’ con beneficios a asesinos etarras, razón de más para desconfiar.
El desastre es tremendo y la ignominia irreparable.
Txapote, el asesino de Miguel Ángel Blanco y exjefes de ETA, como Kantauri o Anboto, figuran entre los 40 terroristas que se beneficiaran en un par de meses del descuento de penas. Algunos saldrán inmediatamente a la calle.
Feijóo habló este lunes con la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, para ‘disculparse personalmente’.
El PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, ha retirado del orden del día la tramitación del engendro, pero eso sólo lo retrasará unas semanas.
VOX subraya que la previsible excarcelación en bloque de piscópatas y asesinos es responsabilidad única del Gobierno Sánchez y también pide disculpas.
Ni llega, ni vale.
Los diputados no tienen entre sus tareas sacar a pastar las ovejas, levantar el cierre de la tienda, apañar aceitunas en los olivares, poner ladrillos en la obra, conducir autobuses, servir cafés o vigilar las calles.
Los 137 representantes populares y los 33 voxeros, entre los que abundan jueces, abogados del Estado, técnicos de la Administración y expertos en Derecho, no tienen otra obligación que sacar adelante las leyes, con pulcritud, con decencia y sentido común.
Lo mínimo que se les puede exigir es que se lean los textos, revisen los artículos, valoren las consecuencias y analicen.
Y esta vez, para oprobio suyo y dolor de España, no lo han hecho. Por negligencia, por desidia, por miopía y por vagancia.
Aunque el asunto no deja margen a la broma, a la vista de la fecha en la que perpetraron la pifia, que fue el pasado 18 de septiembre, lo único que se me ocurre es que acababan de volver del veraneo y todavía estaban atontados de tanto sol, tanta juerga y tanto marisco.
Son ustedes, señorías, de vergüenza ajena.
Hay que ser muy inútiles, vagos y pardillos para fiarse del PSOE.
Y lo acongojante es que los de Feijóo y Abascal estaban avisados.
Ya en marzo de 2022, este abyecto Ejecutivo que padecemos negó tajantemente que la reforma pudiera ‘guardar relación’ con beneficios a asesinos etarras, razón de más para desconfiar.
El desastre es tremendo y la ignominia irreparable.
Txapote, el asesino de Miguel Ángel Blanco y exjefes de ETA, como Kantauri o Anboto, figuran entre los 40 terroristas que se beneficiaran en un par de meses del descuento de penas. Algunos saldrán inmediatamente a la calle.
Feijóo habló este lunes con la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, para ‘disculparse personalmente’.
El PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, ha retirado del orden del día la tramitación del engendro, pero eso sólo lo retrasará unas semanas.
VOX subraya que la previsible excarcelación en bloque de piscópatas y asesinos es responsabilidad única del Gobierno Sánchez y también pide disculpas.
Ni llega, ni vale.
Los diputados no tienen entre sus tareas sacar a pastar las ovejas, levantar el cierre de la tienda, apañar aceitunas en los olivares, poner ladrillos en la obra, conducir autobuses, servir cafés o vigilar las calles.
Los 137 representantes populares y los 33 voxeros, entre los que abundan jueces, abogados del Estado, técnicos de la Administración y expertos en Derecho, no tienen otra obligación que sacar adelante las leyes, con pulcritud, con decencia y sentido común.
Lo mínimo que se les puede exigir es que se lean los textos, revisen los artículos, valoren las consecuencias y analicen.
Y esta vez, para oprobio suyo y dolor de España, no lo han hecho. Por negligencia, por desidia, por miopía y por vagancia.
Aunque el asunto no deja margen a la broma, a la vista de la fecha en la que perpetraron la pifia, que fue el pasado 18 de septiembre, lo único que se me ocurre es que acababan de volver del veraneo y todavía estaban atontados de tanto sol, tanta juerga y tanto marisco.
Son ustedes, señorías, de vergüenza ajena.
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