• hace 8 meses
No tiene remedio el marido de Begoña Gómez.

En su esperpéntica farsa monclovita, mintió hasta en el saludo, pues empezó con un “buenas tardes” a las once de la mañana.

No hay paisano más plasta que el que prologa las frases con el manido ‘ya te lo decía yo’, pero considero inevitable subrayar que les anuncié -cuando apareció en Twitter la epístola de Pedro el Llorón a los gilipollenses- que esto iba de paripé.

Entiendo que la maniobra de visitar al Rey, supongo que para contarle que está muy enamorado de Begoña, confundiera a alguno.

Cabía la remota posibilidad de que el jefe del PSOE optase por ir a elecciones este verano, pero se ha confirmado lo obvio: le gusta el Falcon más que a un tonto una tiza y se agarrará al cargo como guacamayo a la percha.

Así que no queda otra que echarlo de La Moncloa y para hacerlo no podemos ponernos melindrosos, matizar, buscar apaños o asustarnos.

Porque tras la payasada y la certificación de que los ‘progres’ españoles, tras haberse tragado los pactos con los proetarras, las claudicaciones ante los xenófobos catalanes y la manipulación del Código Penal, avalan que la mujer del amo prospere impulsando negocios a la sombra del Consejo de Ministros, viene el aquelarre chavista.

Tienen complicado reimplantar la censura previa, pero ganas no les faltan.

Y no se si ese ‘punto y aparte’ del que habló Sánchez durante el ‘mamazo’ en RTVE, incluye arrebatar la instrucción a los jueces, pero que lo van a intentar es seguro.

‘Punto y aparte’ es una siniestra amenaza en boca de este cursi, máxime cuando llega respaldado por una secta de la forman parte esos cientos de periodistas, con vocación de masajistas, que han firmado un escrito pidiendo que nos sancionen a quienes no bailamos el agua a su dueño y nunca hemos recibido un euro de los cientos de millones, con que el Gran Impostor les financia y mantiene a sus empresas.

Si tienen curiosidad por conocer uno a uno a los paniaguados, pueden entrar en PeriodistaDigital.com donde hay una nota en la que reproducimos el desatino que promueven los majaderos y sus nombres y apellidos.

Conclusión: Sanchovich sigue y nosotros también.

Hasta el último aliento si es necesario.

Y con mejores perspectivas que antes de la misiva lacrimógena, porque Sánchez sale del espantajo peor de lo que entró.

Sigue sin Presupuestos, su precariedad parlamentaria se agravará tras las catalanas, ha sido incapaz de movilizar realmente a sus secuaces, ha erosionado su imagen internacionalmente, ha puesto la ‘corrupción’ del PSOE y los apaños de Begoña en primer plano y ha cabreado a sus rivales e incluso a algún compinche.

Y lo más grave de todo: nos ha tocado las pelotas.

No voy a decir por decoro, lo que Sánchez y sus corifeos pueden ir haciendo con la boca, pero certifico en voz alta y desde aquí, que sus amenazas me la bufan.

A mi y a todos los que creemos que los periodistas administramos un derecho ajeno -el de la ciudadanía a estar informada y a saber que lo que hacen los político

Category

🗞
Noticias

Recomendada