Yerba orgánica productores de Andresito apuntan a la sustentabilidad y mejora de la rentabilidad

  • el mes pasado
Los hermanos Herlacio y Roque Barella, productores yerbateros de Comandante Andresito, llevan dos años cultivando yerba orgánica. A través de técnicas innovadoras y el respeto por el ecosistema, buscan ofrecer un producto de mayor calidad y con valor agregado, lo que generará mayores ganancias. La certificación orgánica es el próximo objetivo para consolidar su proyecto sustentable.





Desde hace dos años, los productores yerbateros Herlacio y Roque Barella han emprendido una nueva etapa en el cultivo de yerba mate, apostando por la producción orgánica. Este cambio no solo busca mejorar la calidad del producto y por tanto las ganancias, sino también aportar al medio ambiente y a la salud de los trabajadores.

Herlacio Barella explicó: "Estamos haciendo hace dos años ya la yerba orgánica. Se hace un trabajo manual para la limpieza, sea con azada, machete o macheteadora. Lo estamos llevando a una mejor yerba, para la cosecha. La expectativa es que tengamos mejor precio con eso también".

Los hermanos Barella iniciaron este proyecto de manera independiente y han observado que otros productores de la zona también han adoptado prácticas similares. Herlacio detalló: "Yo empecé solo y con mi hermano justamente. Y ahora hay otros productores que lo están haciendo, que me parece muy bueno para la yerba, para el futuro de la yerba mate".

En el proceso de transición hacia la certificación orgánica, Roque Barella ha implementado métodos innovadores de fertilización. "El abono orgánico que yo fabrico para la producción de yerba mate se hace a base de la caña dulce, orina de vaca, piedra molida y forrajeras de monte. Se deja fermentar durante 60 días y luego se incorpora a la raíz de la planta", explicó Roque.

Además, Roque señaló que "este año fabriqué 8000 litros y quiero llegar a 20,000 litros". La fertilización se realiza con el uso de tractores y mochilas especializadas para asegurar la adecuada distribución del abono.

La transición hacia la producción orgánica no ha estado exenta de desafíos. "Es un poco más trabajo, sin duda. No es lo mismo pasar una hectárea con químicos que hacerlo de manera orgánica", reconoció Herlacio. Sin embargo, enfatizó los beneficios: "Mejora la planta por el hecho de no usar químicos. La planta viene más sana, produce más. Tiene su ventaja por este lado".

Roque destacó que el cultivo orgánico también respeta el ecosistema local. "Utilizamos el maní forrajero para disminuir la limpieza de las malezas en el yerbal. Es una leguminosa que incorpora nitrógeno en forma natural al suelo, lo que favorece al desarrollo de la yerba, también mandioca y ryegrass", mencionó.

FS.

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