• hace 5 meses
Quizá habría que hablar hoy de la paliza que Feijóo dio este miércoles a Sánchez, a propósito del delirante intento de imponer la censurar de Prensa, o de los zurriagazos que endiñó Abascal al marido de Begoña y a quienes pastelean con él, pero vamos a abrir un poco el objetivo.
Tengo ya 72 años y no imagino una actividad profesional más apasionante, apasionada, divertida y cautivadora que lo que he ejercido ininterrumpidamente desde hace medio siglo.
No repetiré aquí la cuchufleta, de los tiempos en que no había Internet ni teléfonos móviles y bregábamos con máquinas de escribir y linotipias, según la cual ser periodista es siempre mejor que trabajar, pero sigo convencido de que esto, antes que un oficio, es una manera de vivir.
Y si quieres hacerlo intensamente, es imprescindible estar dispuesto a complicarte la existencia, poner a prueba tu inteligencia y tu coraje, aceptar los envites de los opulentos y renunciar a confundirte con el paisaje o a escabullirte por la puerta trasera.
La clave, lo que distingue a los buenos periodistas de los otros, es saber comunicar y hacerlo con libertad.
Lo último de Sánchez en el Congreso de los Diputados, aplaudido por sus compinches y la numerosa recua de paniaguados que abreva en el pesebre de La Moncloa, se resume fácilmente: permiso para insultar al Rey, ofender a las Fuerzas Armadas, a la Religión Católica y a las víctimas del terrorismo y leña, mordaza y sanciones para los periodistas que no doblan la cerviz y revelan los apaños y corrupciones de su mujer, de su hermano músico y de sus conmilitones del PSOE.
Dice el paisano que es esencial conocer quién esta detrás de cada medio de comunicación.
Miren… detrás de Periodista Digital estoy yo, que poseo el 52% de las acciones, está Alvaro, mi hijo primogénito y abogado, que tiene 43%, y nuestro Webmaster.
El local donde se ubican la redacción y este plató es mío y se lo compre en subasta al Ivima hace más de dos décadas. Podía entonces haber adquirido, con el pastón que me de adjudicaron al dejar El Mundo por desavenencias con Pedrojota, un par de apartamentos en Benidorm, pero preferí volcar todo el dinero en este proyecto, para espanto de María Jesús, mi mujer.
No debemos un duro y las 21 nóminas -que van desde la del chico de la limpieza a la iguala del gabinete jurídico, pasando por los sueldos de técnicos, presentadores, reporteros y redactores- se pagan religiosamente.
No hay comidas de empresa, ni bonos a directivos, ni telefonistas, ni porteros o conserjes.
Nuestro lema, si tuviéramos uno, es llevar algo de alivio al débil y cierta intranquilidad al poderoso, esté apalancado en La Moncloa, en el Ibex 35 o en el Vaticano. Nuestro periodismo no tiene sesgos comerciales y no está influenciado por propietarios multimillonarios, gobiernos, políticos o anunciantes caprichosos.
Nadie edita a nuestro editor, que soy yo. Nadie dirige nuestra opinión. Somos libres y nadie nos condiciona. Esto es importante, ya que nos permite dar voz a los menos escucha

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00:00Quizá habría que hablar hoy de la paliza que fijó yo este miércoles a Sánchez a propósito del delirante intento de imponer la censura de prensa o de los zurriagazos que endiñó a Abascal al marido de Begoña y a quienes pastelean con él, pero vamos a abrir un poco el objetivo.
00:18Tengo ya 72 años y no imagino una actividad profesional más apasionante, apasionada, divertida y cautivadora que lo que he ejercido ininterrumpidamente desde hace medio siglo.
00:34No repetiré aquí la cuchufleta de los tiempos en que no había internet ni teléfonos móviles y bregábamos con máquinas de escribir y con linotipias según la cual ser periodista es siempre mejor que trabajar, pero sigo convencido de que esto, antes que un oficio, es una manera de vivir.
00:54Y si quieres hacerlo intensamente es imprescindible estar dispuesto a complicarte la existencia, a poner a prueba tu inteligencia y tu coraje, a aceptar los envites de los opulentos y a renunciar a confundirte con el paisaje o a escabullirte por la puerta trasera.
01:12La clave, lo que distingue a los buenos periodistas de los otros, es saber comunicar y hacerlo con libertad. Lo último de Sánchez en el Congreso de los Diputados, aplaudido por sus compinches y por la numerosa recua de paniaguados que abrevan el pesebre de la Moncloa, se resume muy fácilmente.
01:32Permiso para insultar al rey, para ofender a las fuerzas armadas, a la religión católica y a las víctimas del terrorismo y leña, mordaza y sanciones para los periodistas que no doblan la perdiz y revelan los apaños y corrupciones de su mujer, de su hermano músico y de sus conmilitones del PSOE.
01:52Dice el paisano que es esencial conocer quién está detrás de cada medio de comunicación. Miren, detrás del periodista digital estoy yo, que poseo el 52% de las acciones. Está mi hijo Álvaro, mi primogénito y abogado, que tiene el 43% y está nuestro webmaster que tiene una pequeña parte, unas cuantas participaciones.
02:16El local donde se ubican la redacción y este plató es mío y se lo compré en subasta pública a Libima hace más de dos décadas. Podía entonces haber adquirido, con el pastón que me adjudicaron al dejar el mundo por desavenencias con Pedro J., un par de apartamentos en venidor, pero preferí volcar todo el dinero en este proyecto para, espanto de María Jesús, mi mujer.
02:42No debemos un duro y las 21 nóminas que van desde la del chico de la limpieza a la iguala del gabinete jurídico, pasando por los sueldos de técnicos, presentadores, reporteros y redactores, se pagan religiosamente. No hay comidas de empresa, no hay bonos a directivos, no hay telefonistas, no hay porteros, no hay conserjes.
03:04Nuestro lema, si tuviéramos uno, es llevar algo de alivio al débil y cierta intranquilidad al poderoso, esté apalancado en la Moncloa, en el IBEX 35 o en el Vaticano. Nuestro periodismo no tiene sergos comerciales y no está influenciado por propietarios multimillonarios, gobiernos, políticos o anunciantes caprichosos.
03:27Nadie edita nuestro editor, que soy yo. Nadie dirige nuestra opinión. Somos libres y nadie nos condiciona. Esto es importante, ya que nos permite dar voz a los menos escuchados, obviar lo que se considera políticamente correcto, decir lo que nos da la gana, desafiar a los mandamases y exigir cuentas a los que viven de nuestros impuestos o se creen con derecho a mangonear nuestras vidas.
03:57Es lo que nos hace diferentes, muy diferentes a tantos otros. En seis años no hemos recibido un euro de los cientos de millones de euros en publicidad institucional que el gobierno franquisteña ha repartido como confeti entre los periodistas cautivos.
04:14Por lo que respecta al PP, que en esto de la comunicación sigue en la inopia casi lo mismo. Proens y Baleares que nadan en la abundancia y gastan ingentes fortunas en promoción turística nunca nos ha metido una campaña.
04:29Y lo mismo La Rioja, Cantabria, Extremadura y resto de populares despistados. No voy a decir que me la suda, porque me cuesta Dios y ayuda mantener Periodista Digital a flote, pero no estamos en esto para hacernos ricos, sino para pasarlo bien.
04:47Me van a perdonar, pero con escasas excepciones, los miembros de eso que se conoce como centro-derecha son casi todos afiliados a la cofradía del puño. Unos tacaños de mierda. Sí, me estoy refiriendo a la mayoría de ustedes.
05:04Vamos a seguir en la pelea, con su apoyo o sin él. Pero bastaría que cada uno de ustedes aportara un poquito, una pizca, para que nuestro potencial periodístico se multiplicase por 5, por 10, por 20. Y lo tiene muy sencillo, muy fácil.
05:21Difundan siempre que puedan nuestros vídeos y artículos, rebotándolos en Whatsapp y metiéndolos en redes sociales. Y en lugar de darme palmadas en la espalda y repetir cariñosos eso, dale duro rojo, échale huevos, ahora mismo suscríbanse a nuestro canal. Se hace en el botón de abajo, donde pone suscribirme.
05:43Es gratis y aparecerá casi en el mismo sitio otro cartel que dice unirme. Si pulsan tendrán varias opciones. Pero me llega con que escojan la de aportar 2 euros. ¿Han oído bien? No la de 5 euros, no la de 25, solo 2 euros.
06:02Y con eso estarán también en el combate. Si no lo hacen, por desidia, vagancia, miedo o roñosería, no se quejen después cuando Sánchez les pise el cuello.

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